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Ciencia práctica al servicio de la sociedad

ROCÍO BLÁZQUEZ

El Club de Innovación de la Universidad Pontificia de Salamanca se ha consolidado como una plataforma de diseño y creación de dispositivos informáticos sencillos y útiles, pensados para mejorar la calidad de vida de los usuarios y especialmente centrados en las personas con discapacidad.

Desde que se pusiera en marcha hace cinco años han sido varios los proyectos que han conseguido el apoyo de la industria o de las instituciones e incluso alguno de ellos se ha hecho con importantes reconocimientos internacionales en el campo de la tecnología NFC.

Ahora es el turno de los nuevos inventos de estos genios adscritos a un Club dirigido por el profesor Miguel Ángel Sánchez. Entre las nuevas propuestas de los alumnos de la Pontificia destaca el Servicio de Asistencia Móvil SAM.

Se trata de un programa para el móvil que en caso de tener un accidente envía una señal a los servicios de emergencia con la localización exacta del herido, además de recoger en el teléfono todo el historial médico del paciente. El dispositivo ha sido diseñado por María José Praena y ha contado con el respaldo del Servicio de Emergencia 112 de la Junta de Castilla y León, así como de un grupo de empresas dedicadas a la gestión de centros residenciales.

Su inventora ha definido el SAM como "un sistema sencillo, pero que puede resultar muy eficaz e importante a la hora de un accidente". Para mejorar su efectividad se ha contado con el asesoramiento de los técnicos del 112 “que nos han facilitado cuáles son sus demandas y necesidades a la hora de encontrarse con un herido, así como los inconvenientes más comunes con los que se encuentran y que hemos tratado de solucionar con este mecanismo que es muy sencillo”.

El sistema tiene dos aplicaciones distintas, en un primer lugar se centra en el Servicio de Gestión de Emergencias, y para ello tan sólo se necesita un teléfono móvil con sistema NFC, como el que tienen la mayor parte de los nuevos terminales del mercado, y un programa informático que se instalaría en los centros de emergencias de las distintas administraciones o en los de salud u hospitales.

Cuando una persona sufre un accidente o necesita los servicios de emergencias, tan sólo debe pinchar un icono que aparece en la pantalla de su móvil y automáticamente y a través de GPS el teléfono envía la señal al 112 dando la posición correcta del demandante. Una vez en el lugar del siniestro, los sanitarios podrán conocer el historial médico del herido que también se incluye en el programa "con lo que se evita suministrar medicamentos a los que se tiene alergias y conocer además patologías graves que pueda padecer el pacientes", ha destacado su inventora.

Junto a esta aplicación que ha despertado el interés de los servicios de emergencias de varias comunidades autónomas, el programa puede derivar también para un uso médico o de los responsables de centros asistenciales y residencias. El objetivo es poder controlar que los pacientes se toman la medicación prescrita y a la hora que lo hacen. Así el móvil avisa al enfermo a la hora exacta en la que debe ingerir el fármaco, y una vez que lo ha hecho, el paciente tocará de nuevo la pantalla para confirmar que lo ha tomado.

Además de esta aplicación, los alumnos del Club de Innovación de la Pontificia han sido prolíficos en el desarrollo de otros sistemas de muy variada índole que mejorarán tanto la calidad de vida de los discapacitados y dependientes, como la de los usuarios y automovilistas.

Entre los proyectos más destacados se encuentra una silla de ruedas eléctrica e informatizada que también utiliza la tecnología NFC de los móviles para lograr una utilización más sencilla por parte de los discapacitados y en concreto de los tetrapléjicos. Diseñada por los alumnos Gabriel Villarubia, Alberto López e Iker Muriel, se trata de un sistema "único en el mundo o por lo menos no hay nada patentado parecido", según han confirmado sus autores, en el que con un móvil o bien con el movimiento de los ojos o de la cara la silla se mueve en distintas direcciones.

En este sentido, Villarubia ha explicado que en la caso de las personas que sólo pueden mover sus ojos o cara, existe un dispositivo que recoge sus movimientos y la dirección que ellos desean y que posteriormente es transmitida al mecanismo de la silla que gira según las órdenes. Gracias a este invento, muchas personas con la movilidad reducida podrán trasladarse de un lugar a otro sin necesidad de que "siempre vayan acompañados de alguien, porque la silla recibirá las órdenes que ellos les den".

Otro de los ingenios del Club es el "Pay-Manager", un dispositivo que permitirá a los usuarios pagar el ticket de los aparcamientos de las ciudades (ORA) a través del móvil e incluso con la posibilidad de hacerlo sin moverse del lugar en el que uno de encuentre, a pesar de que sea lejos de donde está aparcado el automóvil.

Sus creadores aseguran que el programa informático ha sido desarrollado para evitar "las molestias" del actual sistema, como puede ser la falta de monedas y cambio para introducir en las máquinas expendedoras de ticket o estar pendiente de que se pasa la hora establecida y evitar posibles multas por ello.

Tal y como ha explicado uno de sus creadores, Alejando Rivero, se basa también como el de sus compañeros en la tecnología NFC, con la que el móvil se convierte "en una nueva moneda", ya que tan sólo con acercar el Terminal al punto expendedor de la ORA y a través de un programa que éste tiene, le pide al usuario la cantidad de dinero que quiere gastar o el tiempo que desea tener su coche aparcado.

Se elige la opción deseada y una vez confirmada la operación, el sistema descuenta el dinero de su teléfono que será posteriormente cargado en la cuenta del banco del conductor. Según sus creadores se trata de un sistema "seguro, ágil y cómodo", que no sólo permite pagar sin necesidad de llevar efectivo encima, sino que además puedes elegir el tiempo exacto que quieres estacionar y abonar solo por ello “ni un minuto más”, puntualizan.

Otra de las ventajas de este invento, que ya ha despertado el interés de ayuntamientos como el de la capital salmantina, es que ofrece la posibilidad de que estando en un lugar alejado del que se encuentra estacionado el vehículo, se pueda ampliar el tiempo de aparcamiento sin necesidad de volver a poner otro tícket y regresar al expendedor.

En este supuesto, el conductor entra en el programa, introduce el número de la matrícula de su coche y la cantidad de dinero que quiere pagar por el estacionamiento.

Para que esto funcione, además del dispositivo que deberán incluir los expendedores de la ORA, los vigilantes estarán dotados de una PDA en la que introduciendo las distintas matrículas le saldrá el tiempo que tienen pagado para estacionar.

Para pagar con el móvil directamente en el expendedor, el sistema más adecuado es el NFC, mientras que para la solución de pago a distancia por ahora el válido es el PayPal, como el que llevan los teléfonos de última generación.

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