De los más destacado de París la Torre Eiffel, los Campos Elíseos, Notre Dame, el Arco del Triunfo o el Moulin Rouge. Es la sota, caballo y rey de cualquier turista que se precie. También hay que contar con su riquísima variedad de museos como el Louvre o el Museo de Historia Natural. Pero no faltan los espacios o galerías que se dedican a tantas decenas de artistas (afamados o no), originarios del lugar o adoptados por una ciudad que simplemente adora y venera el arte y la cultura. París representa el centro cultural y artístico de Occidente.
También es así con la moda, campo en el que se disputa el liderazgo europeo continuamente con Roma y Milán, despuntando la 'parisien' como la más bohemia e icono de sofisticación. Todo esto hace que en París no tengamos tiempo para aburrirnos ni un segundo y que nuestra agenda diaria esté completa durante toda nuestra estancia.
Puede que el mejor momento del día para conocer la ciudad sea durante la caída de la noche. París es bautizada de muchas maneras, una de ellas se traduce como la 'ciudad de la luz': por algo será. Pasear por la ciudad a estas horas cuando el sistmea de iluminación nos dibuja los edificios, casi sólo los deja intuir, es una de las mejores opciones para conocer abiertamente la geografía de la ciudad y la situación de los rincones más emblemáticos.
La catedral de Notre Dame resulta hermosa de día pero más aún iluminada de noche en medio del silencio. Pasa lo mismo con la Torre Eiffel, aun cuando la visita y subida a su cumbre sea inevitable para todo turista que se precie. Igualmente sucede con la ribera del Sena. Si bien para conocer el interior y el contenido de museos, galerías o edificios oficiales habrá que madrugar porque colas siempre va a haber en un destino tan excepcional. En cualquier caso y si nos cansáramos, París destaca por el desarrollo del sistema de transportes por lo que el traslado de un lugar a otro de la ciudad es muy sencillo.
Caída la noche el Barrio Latino es famoso por sus bares y ambiente animado. Pero además pasear por la ribera del Sena se convierte en toda una gozada. Puede que precisamente sea París una de esas ciudades que requieren de un acompanante para ser mejor paladeada. Ciudad que parece hecha para dos.
REFINAMIENTO CON MESA Y MANTEL
La gastronomía de Francia es de las más afamadas del mundo. Pero si nos encontramos en la capital del país del deleite y la exquisitez, no habrá la menor duda de que encontraremos los platos más refinados y vanguardistas. París cuenta con una rica variedad de propuestas en carnes y una sorprendente y amplísima gama de repostería y panes. Si están a dieta absténganse de visitarla o su visita supondrá un castigo continuo. Destacan también sus quesos (brie, roquefort...) y vinos afamados como por supuesto el Borgoña o el 'champagne'.
Disfrutar de un buen caldo acompanado con un surtido de quesos y panes a la orilla del Sena puede ser una de las mejores apuestas para terminar un día de largo paseo. ¿Y quién puede resistirse? Muy posiblemente la melodía de un acordeón llegue a sus oídos entre la moderada conversación alegre de las terrazas y entonces... "C'est Paris" en toda su esencia.
