Por fin llegamos, probablemente, a la urbe más conocida de Etiopía y ello por las famosas iglesias excavadas en roca. Protegidas por la Unesco y declaradas con criterio Patrimonio de la Humanidad, recorremos las más conocidas, entramos en ellas y nos quedamos impactados por el fervor. Sin duda, es el país de África donde el cristianismo ha calado de forma mas profunda.
Dejamos la guinda para el final: St. George's Church es sin duda la mas impresionante. Se trata de un templo horadado en la misma piedra, tallada a la perfección con forma de cruz y de una profundidad de unos 15 metros. Es la obra maestra que además se conserva en perfecto estado. Queda claro que es el orgullo de la ciudad de Lalibela, pero a pesar de ser evidentemente así, no nos encontramos ningún turista visitando alguna de las iglesias. De hecho, algunas de ellas incluso las abrieron para que pudieran ser visitadas exclusivamente por nosotros.
Fue una corta estancia en Lalibela; sólo una mañana necesitamos para ver suficientes iglesias y llevarnos una idea muy completa. En nuestro hotel, el 'Seven olives' (por cierto el más antiguo de la ciudad) a las 11:30 de la mañana nos vino a recoger el conductor que habíamos contratado para llevarnos a Bahir Dar, a unas siete horas de viaje en una pequeña furgoneta. Todavía es de día cuando alcanzamos el destino. Sin tiempo para dejar las mochilas en una auténtica casa etíope que nos había alquilado una habitación, y también sin ocasión para descansar, nos acercamos a uno de los mejores restaurantes de la ciudad al borde del Lago Tana. Se trata de una terraza que ofrece cervezas St. George a buena temperatura y donde nos entretuvimos observando a los pijos adinerados de Bahir Dar. Hay de todo en Etiopía.
Al día siguiente nos recoge nuestro guía Salomón para llevarnos al embarcadero del Lago Tana. El capitán de uno de los barcos nos invita a subir para visitar tres de los mejores monasterios del siglo XVI y que se encuentran en algunas de las islas de la inmensa masa de agua que sirve de fuente al Nilo Azul. Es el tercer lago en tamaño de toda África.
CORONAS AUTÉNTICAS DE REYES...
Por 100 birrs, unos cuatro euros, entramos en el mejor conservado, Uda Kidane Meret, uno de los más conocidos por sus pinturas religiosas en perfecto estado de conservación. La labor de los artistas tiene muchísimo mérito aún, si se tiene en cuenta que han utilizado pinturas sacadas de las plantas hace ya más de cinco siglos. A unos cinco minutos a pie de este monasterio, nos llevan hasta Beta Giorgis. Nuestro guía llama al guardián, que saca su llavero para enseñarnos un pequeño museo. Abre una puerta, luego otra y así hasta tres puertas que protegen este pequeño pero valioso museo. Valioso porque contiene además de pinturas antiguas, auténticas coronas de reyes etíopes. Este país es grandeza, auténtica grandeza.
De nuevo al embarcadero y nos dirigimos a otra de las islas, donde se encuentra el muy conocido Monasterio de Kebran Gabriel, que destaca también además de por sus pinturas, por los libros, coronas y demás objetos de valor. Pero sobre todo debe su fama a la vigente prohibición de no entrar a las mujeres.
Hora de volver a Bahir Dar, comer en el restaurante uno de los más conocidos hoteles, Ghion Hotel, también al borde del Lago Tana. Nos sorprende que haya conexión wi-fi, hemos pasado diez días en Etiopía y es el primer sitio que tiene conexión inalámbrica que aprovechamos para dar envidia a nuestros amigos de este increíble viaje.
Sólo nos queda un objetivo por cumplir antes de nuestra vuelta a Addis Abeba. Se trata de las cataratas del río Nilo. Siempre relacionamos el Nilo con Egipto, pero todos sabemos que no es su único poseedor, visitarlo en Etiopía tiene también su encanto y más si vamos a ver unas cataratas de unos 100 metros de anchura y 45 de caída. Nos comenta nuestro guía que el Nilo Azul se encuentra en Sudán con el Nilo Blanco, que es el que desemboca en el Mediterráneo, convirtiéndose de esta forma en el río mas largo del mundo.



















