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José Luis Restán: «El corazón de los jóvenes sigue vibrando, esa es la oportunidad de la Iglesia»

El presentador de «La Linterna de la Iglesia», el programa de COPE, ha charlado con los lectores de ABC.es

José Luis Restán: «El corazón de los jóvenes sigue vibrando, esa es la oportunidad de la Iglesia» ángel de antonio

abc.es

30/04/2014
Actualizado a las 21:42h.

José Luis Restán (Madrid, 1958) es un Ingeniero de Caminos devorado por la pasión por el Periodismo. Especializado en información religiosa , presenta y dirige cada viernes por la noche «La Linterna de la Iglesia» en Cadena COPE. El locutor se ha sometido a las preguntas de los lectores de ABC.es, además de responder unas preguntas y dejar una cuestión para el próximo compañero de emisora que pase por los encuentros digitales.

—¿Cuál es la noticia religiosa que está deseando dar en antena y aún no se ha producido?

—El encuentro entre el Papa y el Patriarca de Moscú. Juan Pablo II lo deseó ardientemente, Benedicto XVI se acercó mucho... ¿Podrá Francisco? La unidad de los cristianos es esencial para la evangelización del siglo XXI, y Rusia, con todos sus problemas, es la gran nación del mundo ortodoxo. Espero poderlo contar un día en la COPE... aunque la cosa no es fácil.

—Como padre de tres hijos, ¿cómo ve a la juventud en España?

—Es una juventud con escasa memoria, con pocos referentes de adultos, pero con un deseo de felicidad que no se puede apagar, ¡afortunadamente! El mayor peligro es el cinismo que se vierte sobre ellos, y también que con frecuencia están solos, aunque siempre haya gente y ruido alrededor. Pero frente a la verdad encarnada en personas, el corazón de los jóvenes sigue vibrando, esa es la oportunidad de la Iglesia, esa es también su gran responsabilidad.

—¿Qué futuro augura a la enseñanza religiosa en las escuelas públicas de nuestro país?

—Pues dependerá sobre todo del compromiso e implicación de los padres católicos, que cada año son sometidos a una especie de referéndum. También dependerá de un entorno político y jurídico que ahora es seguro, pero cuyo futuro sería incierto si se llevara a cabo una denuncia de los Acuerdos, o si cambiase la actual perspectiva constitucional. Eso sería para mí una pérdida, una pérdida en términos de convivencia y de libertad.

—¿Podría aclararnos algo sobre la supuesta conversación telefónica que tuvo el Papa con una divorciada?

—El Papa llama a mucha gente que le ha escrito buscando respuestas. Él piensa que es una forma útil de comunicar la fe a los que están buscando. Lógicamente esto tiene sus riesgos. Lo que ha explicado el portavoz Lombardi es que no se puede dar crédito a las versiones que la gente puede dar de una conversación que es privada. Pero ha dejado claro que el Papa no va poner en cuestión el magisterio de la Iglesia, ni en esta ni en ninguna otra materia.

—¿Cree que el Papa Francisco va a cumplir todas las expectativas de cambio en la Iglesia que se esperan de su Pontificado, o piensa que las mismas están sobrevaloradas?

—Lo importante es que las expectativas sean justas, adecuadas, no que sean muy altas. No me preocupa que sean altas sino que estén viciadas en algunos casos. Si la expectativa es que la Iglesia viva del Evangelio y lo comunique de un modo atractivo a la gente de nuestro tiempo, entonces fenomenal, pero si cada uno hace su dibujo de lo que espera, se va a encontrar frustrado. De todas formas no se pueden ver los pontificados de manera aislada: el camino de la Iglesia es una renovación en la continuidad, no tiene rupturas. Francisco recoge la herencia de sus predecesores, es algo que hemos visto muy bien en las canonizaciones de Juan XXIII y Juan Pablo II. Claro que cada uno es distinto, pero todos guían la barca en la misma dirección, teniendo en cuenta también circunstancias y desafíos siempre nuevos. En todo caso sí creo que Francisco dará un buen impulso, espero que especialmente a la nueva evangelización en nuestras ciudades secularizadas de occidente.