«Kapuscinski no hubiera dado valor a Wikileaks»

Nowacka es una de las investigadoras con mayor reconocimiento internacional por el estudio de uno de los periodistas más influyentes de la historia reciente. Además, es autora, junto con Zygmunt Ziatek, de la obra «Kapuscinski, una biografía literaria». Durante este encuentro con los alumnos de periodismo, la profesora desgranó la visión que tenía Kapuscinski sobre el estado actual del periodismo. Para ella, el difunto escritor polaco, considerado por Gabriel García Márquez como el mejor periodista que ha dado el Siglo XX, supo transformar el periodismo en literatura interpretando así diversas culturas lejanas para la sociedad.

- ¿Cómo era Kapuscinski?

- En persona era muy cercano. Tenía un perfil muy independiente y se consideraba libre. Era inquieto y curioso por naturaleza. A pesar de haber estado a punto de morir varias veces. Tras cubrir más de 30 revoluciones, diversos conflictos bélicos a lo largo de todo el mundo y de haber sufrido hasta la lepra nunca se le pasó por la cabeza dejar de ser periodista. Decía que si todo estaba tranquilo, se dormía. Para él vivir entre los pobres y los olvidados fue una impagable lección de vida. Kapuscinski consideraba su trabajo como una misión que hay que ejercer sin miedo y con respeto a la verdad.

- Para él ¿qué era lo realmente importante?

- Como periodista y como persona consideraba que en todo momento es fundamental mantener y no faltar al respeto al prójimo. El periodista debe de forjarse a través de dos pilares básicos: la amabilidad y la empatía. A partir de ahí el reportero, siempre que sea vocacional, podrán crear historias propias que son el mejor tesoro para la profesión. Él arriesgo su vida porque creía que tenía que transmitir con la verdad un mensaje a toda la humanidad. Para él no era importante el dinero sino las personas y el amor hacia ellas.

- ¿Creía en la audiencia?

- Más bien creía que el ser humano no debía creer a ciencia cierta todo lo que sale en los medios. Confiaba en que el espectador debería tener la suficiente capacidad crítica para establecer sus propias conclusiones sin que haga falta que lo manipule nadie. Además, consideraba que una buena información debe de ser aquella que aunque sea local pueda llegar a leerse a nivel universal. Kapuscinski no entendía la razón por la cual el periodismo se le da mucho más importancia a la inmediatez sin que se repare y analice las historias de una manera pausada.

- ¿No era demasiado idealista?

- Sí y estaba totalmente en contra de ese periodismo cínico alejado de la sociedad que busca aprovecharse del otro con datos erróneos. Rechazaba totalmente que el periodista no se acercara cara a cara a la gente y que sin embargo sí fuese utilizado como un arma al servicio de un negocio y no de la verdad que esconden los hechos. El periodista tiene que tocar de primera mano la noticia. Hay que evitar a toda costa un periodismo de paracaídas en el que los medios llegan al conflicto lo cubren y se van sin analizar las consecuencias históricas del mismo.

- ¿Se le puede considerar el último profesional de los medios con una visión tan romántica?

- Sí podría ser debido a que rechazaba a todo aquel que utilizaba el poder de la palabra como correa de transmisión de poderes que están por encima de las clases y la sociedad. El periodista deber ser un ejemplo de verdad y cercanía. Su papel principal es el de dar un buen ejemplo en todo momento.

- ¿Y que pensaría del auge de las redes sociales como creadores de opinión?

- Creo que Kapuscinski rechazaría de pleno las redes sociales ya que a él le daba mucha importancia hablar en persona y ser testigo directo de la noticia. Una vez le pedí una entrevista por teléfono y me la rechazó ya que quería quedar en persona conmigo para que pudiéramos establecer una comunicación más directa y efectiva para ambos. Facebook y Twitter no deben ser sustitutos del periodismo.

- Si siguiera aún con vida, ¿qué conflicto cree que estaría cubriendo?

- Seguro que le hubiese gustado estar algún conflicto olvidado por los medios y la sociedad. Como por ejemplo la guerra en Sudán que es una de las más cruentas en la actualidad. A él le hubiese gustado dar a conocer este conflicto a los medios de Occidente. Él era el altavoz de aquellos que por desgracia no tienen voz.

- ¿Qué opinión tendría sobre todos lo que está pasando en Cataluña?

- Creo que hubiese adoptado una situación dialogante para que la gente pudiera comprender los argumentos y de esta manera intentar establecer puentes comunes. A pesar de todos los horrores que experimentó en vida confiaba en la sensatez del ser humano. Pero no era ni mucho menos un ingenuo. Tenía claro que no es siempre posible llegar a un acuerdo para acercar posturas comunes. Él era un optimista por naturaleza. Creía que a pesar de las guerras y los conflictos en el mundo prevalece el bien por encima del mal.

- ¿Qué opinaba sobre los nacionalismos?

- Los rechazaba profundamente por tener una visión del mundo excluyente. Él mismo tuvo que emigrar en su infancia de su Polonia natal durante la segunda Guerra Mundial. Gracias a su obra, podemos conocer las crueldades del lugar donde desarrolló gran parte de su niñez y adolescencia.

- ¿Y sobre las filtraciones de Wikileaks?

- Para él Wikileaks no hubiese tenido ninguna validez como documento periodístico. No le hubiese interesado porque son filtraciones interesadas y auto dirigidas que no encajaban con su filosofía.

- ¿Qué detestaba del periodismo?

- Detestaba del periodismo su urgencia excesiva. A veces la rapidez y la precipitación son los peores enemigos de la verdad ya que por su culpa no se contrastan los datos y los hechos se pierden. También odiaba la superficialidad y el sensacionalismo en todas sus vertientes. Muchas veces se juegan con las personas sin atender a sus verdaderas preocupaciones vitales

- A pesar de su dilatada carrera ¿le quedaba algún sueño por cumplir?

Sí, le quedaban muchas cosas por cumplir. Me comentó que quería irse una temporada a Oceanía y ser una especie de antropólogo de aquella zona para poder retratarla mediante la escritura como nunca antes se había hecho.