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la nada nadea

Vanas esperanzas

Espero que TV3, en muestra de cortés reciprocidad, dé adecuada cobertura a los actos del 12 de octubre, y que esta sea no sólo respetuosa sino inequívocamente favorable

juan carlos girauta

ESPERO que la marcha y concentración del 12 de octubre en Barcelona reciba el mismo apoyo por parte de TVE que recibió de TV3 la cadena humana. Sin llegar a la obscena exhibición de menores anunciando la pronta rendición de Cataluña, pues los constitucionalistas catalanes no estamos en guerra ni precisamos de la intoxicación o del abuso ideológico infantil. Espero que la Policía dedique una buena cantidad de efectivos no sólo a garantizar la seguridad de los manifestantes, sino también a facilitar el acceso fluido al centro de Barcelona de cuantos deseen sumarse a la celebración de la fiesta nacional de España. Y que lo anuncien antes. Sin llegar a la cacicada de utilizar a los agentes policiales como fotógrafos y cámaras de televisión, o de disponer helicópteros al servicio de una producción televisiva.

Espero que el gobierno catalán mantenga un exquisito silencio durante los preparativos de la demostración del 12 de octubre, evitando cualquier interferencia. Sin llegar al inconcebible extremo de que el responsable de Asuntos Exteriores de la Generalitat, el señor Homs, glose después nuestro éxito en términos políticos, logísticos y comunicacionales, ni de que pida una reflexión sobre el encaje de los constitucionalistas catalanes en Cataluña o sobre la necesidad de reorganizar territorialmente el Principado con vistas a institucionalizar la asimetría entre Barcelona y el resto de provincias.

Espero que TV3, en muestra de cortés reciprocidad, dé adecuada cobertura a los actos del 12 de octubre, y que esta sea no sólo respetuosa sino inequívocamente favorable. Y noticia principal. Sin llegar a la necesidad de que asuma la consigna de multiplicar por cuatro el número de asistentes. Daría un poquito de vergüenza y, de todos modos, los constitucionalistas catalanes no necesitamos mentiras ni consignas increíbles. Tendríamos más que suficiente con que se reconociera, alguna vez, la verdad.

Espero muchas cosas, sin llegar a confiar en que ninguna de ellas se cumpla. Porque los españoles de Cataluña, los catalanes de España, no contamos con nadie más que con nosotros mismos. Y bien.

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