Háztelo, Pere

Querido Pere Navarro, te dejo un mensaje de voz: Soy una chica de quince años. Estoy muy preocupada porque me he enterado de que no piensas participar en la cadena humana. Lo peor es que tampoco quieres que participe tu partido, porque, si solo te rajaras tú, siempre podría encargarse el patriota Nadal de dar instrucciones a los sociatas de Hospitalet, Badalona, y tal. Ya te he dicho que soy muy joven, y a lo mejor por eso no entiendo qué gracia tiene ser socialista, ni cualquier otra cosa, cuando nuestra nación está colonizada, oprimida y expoliada por el Estado español. ¿No es eso lo primero a corregir? Cuando seamos independientes, ya veremos si somos de izquierdas o de derechas, hombre.

Bueno, perdona, Pere, quería pedirte, rogarte si hace falta, que te lo piense por el bien de Cataluña, superior a todos nosotros, y que vengas con tus militantes a la Vía Catalana por la Independencia. No puedo creerme las razones que he leído: que no estás de acuerdo con el lema al no ser independentista (aunque muchos de los tuyos sí, que los tengo vistos y yo solo voy a sitios de indepes). Por favor, Pere, por favor, no nos hagas esto, no te pongas tan borde, va. ¿No decías que estabas a favor del derecho a decidir? ¿No has pedido una consulta para irnos de España... o sea... para decidir el futuro de Cataluña? Pues, ¿dónde está el problema? Si te disgusta la palabra «independencia» en el lema (que también hay que ser quisquilloso), no estás obligado a mirarla, ni a ponerte pegatinas, ni nada. Solo déjanos que te contabilicemos en la Asamblea... ¡Joder, me he descubierto! Bueno, es igual, estaba harta de poner esa vocecita. ¡Pere, que soy la Carme! Que los unionistas también cabéis en la cadena. Bueno, los del Rivera y los peperos, no. Pero tú sí. Que si no vienes nos dejas con el culo al aire. Háztelo. Dime algo. Hala, ¡indepe...! digo, ¡consulta! Brrr...