Luis de los Cobos (Valladolid 1927) murió el viernes en su domicilio de Suiza, donde vivió gran parte de su vida y dónde se ganó la vida, pero no precisamente con su gran vocación: la de compositor. Aún así, nunca dejó de crear, ni siquiera ... cuando vio pasar varias oportunidades de oír sus obras interpretadas por orquestas. Diversos avatares, casi siempre relacionados con circunstancias inesperadas y desafortunadas y también con el contumaz desinterés de los que pudieron llevar a los auditorios sus creaciones, han dejado sin estrenar numerosas de sus composiciones.
Tras la Guerra Civil sufrió cárcel y se vio obligado a exiliarse. En Europa continuó su formación musical, aunque se decantó casi de inmediato por la composición. Conoció a Shostakovich, Casals, Yepes, entre otras personalidades del mundo de la música.
Ya en la presente centuria, su ciudad y su región intentaron reparar tanto olvido. En 2009, el Ayuntamiento de Valladolid le nombró embajador decano. El año pasado, la Orquesta Sinfónica de Castilla y León grababa bajo la dirección de José Luis Temes su obra sinfónica en el sello Verso. Asistió en persona a su estreno en el Auditorio Miguel Delibes de Valladolid.
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