Matas dice tener «la conciencia tranquila» en su alegato final del nuevo juicio

La vista oral se ha reanudado con la exposición de las conclusiones. El fiscal Pedro Horrach ha dicho que Matas se aprovechó de su cargo «de forma sibilina» para lograr la contratación «ficticia» de su esposa. «Miente Matas y miente su mujer», ha afirmado. Por su parte, el abogado del expresidente, Miquel Arbona, ha señalado que su cliente debe ser absuelto porque el contrato en el Valparaíso «fue cierto y existió». Por último, ha intervenido Matas, quien en su alegato final ha dicho que tiene «la conciencia tranquila», porque desde que empezó el «caso Palma Arena», hace cinco años, nadie ha podido demostrar que se haya apropiado «de un euro público». Tras expresar su confianza en la Justicia, ha añadido que él ha podido demostrar en estos últimos años que «el 95 por cien» de las acusaciones vertidas contra su persona «no se corresponden con la realidad».

El jurado popular se reunirá a partir de ahora para deliberar y acordar un veredicto . El Ministerio Público mantiene la petición para Matas de tres meses de multa, a razón de 100 euros diarios, y también solicita la devolución de los 42.111 euros que habría cobrado Areal de forma supuestamente irregular.

En la jornada de ayer declararon el exdirector general de Deportes, José Luis -Pepote- Ballester , y tres exconsejeros autonómicos, Joan Flaquer, Rosa Puig y Aina Castillo, exresponsables de Turismo, Presidencia y Salud, respectivamente. Todos ellos afirmaron que desconocían que hace seis años Areal hubiera trabajado en el Hotel Valparaíso o que en aquella época hubiese padecido dos problemas de salud graves, como así fue.

A continuación, declaró el sobrino de Miquel Ramis, que es diputado del PP y que tiene el mismo nombre y apellido que su tío, quien señaló ante el tribunal que tuvo conocimiento de la contratación de Areal en 2007. En el mismo sentido se pronunció el exdirector general de Emergencias, Joan Pol, quien dijo que sí sabía entonces que la esposa de Matas estaba trabajando en algún hotel de Ramis. En la jornada de ayer también declararon, entre otros, diversos testigos que años atrás contrataron a Areal, en un caso en una asesoría laboral y en otro en un colegio.

Cabe recordar que en su declaración del pasado lunes Matas reconoció que a finales de 2006 se puso en contacto con su amigo hotelero, para ver si podía ofrecer algún trabajo a su esposa, como hubiera hecho también -dijo- con cualquier hijo suyo. Matas explicó que la función de su mujer fue la de relaciones públicas de los hoteles del mismo grupo fuera de Mallorca. Asimismo, reconoció que pactó con Ramis el sueldo que debía recibir su esposa, 2.900 euros al mes. En cualquier caso, habría sido un favor personal hecho por Ramis a Matas sin ningún tipo de contraprestación para el hotelero, quien durante 15 años fue además el alcalde del municipio mallorquín de Muro por Convergència Democràtica Murera (CDM).

Por su parte, Ramis afirmó el lunes que l a función de Areal debía ser la de «captar clientes». Asimismo, indicó que su contratación se produjo por sus antiguos vínculos de amistad con Matas y no por el hecho de que fuera el presidente del Gobierno balear. En este sentido, Ramis dijo que se sintió «comprometido, pero no presionado» para contratar a Areal. Por último, la esposa de Matas señaló hace dos días que intentó captar «el mayor número posible de clientes» para el Hotel Valparaíso durante el tiempo en que estuvo contratada. Igualmente, recordó que en el segundo semestre de 2007 se fue a vivir a Estados Unidos, motivo por el que de acuerdo con Ramis decidieron no renovar el contrato.