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HORIZONTE

Recordemos que así empiezan las guerras

Podían haber huido a Arabia Saudí. Allí recibirían comida de la Media Luna Roja, sin posibilidad de ahogarse por el camino

Ramón Pérez-Maura

«Incluso cuando llegué, unos dos meses después de la matanza, todavía no se había lavado toda la sangre con las aguas del río Orontes que serpentea a través de la ciudad dándole una distinción que en otro tiempo hizo de Hama la ciudad más ... bella de Siria (...) A día de hoy nadie sabe cuántos cuerpos estaban enterrados bajo el mar de casas destruidas y capas de hormigón, pero Amnistía Internacional, en su informe de noviembre de 1983 sobre Siria, decía que las estimaciones oscilaban entre 10.000 y 25.000 muertos, en su mayoría civiles; miles más se quedaron sin hogar. El régimen sirio de Hafez al-Assad, responsable de ejecutar la matanza, no se molestó en contestar estas cifras o en arreglar Hama antes de reabrir en mayo de 1982 la autopista que la cruzaba proveniente de Damasco. Estoy convencido de que Assad quería que los sirios vieran Hama en crudo, que escucharan detalladamente su silencio, que reflexionaran sobre su dolor». (From Birut to Jerusalem. Thomas Friedman. Collins. Londres, 1990)

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