La justicia sueca mantiene la orden de detención contra Julian Assange

La fiscalía del país nórdico quiere interrogar a Assange por los presuntos abusos cometidos sobre dos voluntarias de Wikileaks. El australiano ha negado las acusaciones y mantiene una batalla legal contra su extradición desde finales de 2010. Assange teme que su traslado a Suecia sea el primer paso para una posible extradición posterior a Estados Unidos, donde podría ser juzgado por una de las mayores filtraciones de información clasificada de la historia. A finales de 2010, Wikileaks destapó información secreta del gobierno estadounidense, como los abusos tolerados en Irak y Afganistán, secretos de la diplomacia de EE UU o torturas en la prisión de alta seguridad Guantánamo.

El Gobierno ecuatoriano concedió asilo a Assange en junio de 2012, donde este se refugió tras haber agotado todas las opciones legales en los tribunales británicos para evitar su extradición a Suecia. Finalmente, el periodista y activista australiano ha terminado varado en la Embajada del país sudamericano en Londres, al no poder salir sin arriesgarse a ser arrestado por las fuerzas de seguridad británicas, que alegan tener la obligación de detenerle.

Assange es consciente de que la orden de detención sueca es solo una parte de la batalla legal que le tiene confinado a la embajada. "Sigo teniendo un problema todavía mayor que es el del juicio pendiente y la posible orden de extradición a Estados Unidos", dijo a los periodistas en una rueda de prensa en junio.