Querido Timur...
¿Te acuerdas de cuando nos conocimos? Los periodistas rusos no paraban de decirme que eras muy famoso allí por tus anuncios de Nescafé. A mi aquello no me parecía el colmo de las virtudes, pero aun
¿Te acuerdas de cuando nos conocimos? Los periodistas rusos no paraban de decirme que eras muy famoso allí por tus anuncios de Nescafé. A mi aquello no me parecía el colmo de las virtudes, pero aun así fui a tragarme eso que dirigiste llamado «Los guardianes de la noche». Me reí con las movidas esas que te inventaste jugando con la forma y el tamaño de los subtítulos, pero después la doblaron y adiós subtítulos. Del resto mejor no hablo.
Bueno, la cuestión es que aquella tarde en Berlín tuve algunas de las entrevistas más delirantes de mi carrera profesional: en primer lugar aparecieron aquellos tipos que decían ser productores. Los acompañaba un tío con una acreditación que decía: «Traductor». Recuerdo que les pregunté si no creían que habían exagerado un poco diciendo que aquello de los «Guardianes de la noche» era «la respuesta rusa a «Matrix»». Los tíos me miraron con cara rara y entonces el traductor me contestó: «No, no, para nada. Piensa que esta película ha hecho en Rusia mucho más dinero que «Matrix» y que «El señor de los anillos»». Lo curioso es que el traductor me contestó sin traducir nada, ya que los productores no habían abierto la boca. De la segunda pregunta no recuerdo nada excepto que volvió a contestar el traductor. A la quinta pregunta le dije al tío que quién era él, ya que mis preguntas eran para los productores y aquellos tíos aun no habían abierto la boca. «Yo sé muy bien lo que piensan, porque son amigos míos, así que tanto da que contesten ellos o yo». Así quedó la cosa, no me atreví a contradecirle pero me acordé del chiste de Eugenio de «muchos rusos en Rusia». Con el actor ruso fue más o menos igual; el hombre tenía cara de importarle un pito mis preguntas (o las de cualquier otro) y tampoco pude triunfar con él.
Y al final llegaste tú, cansado, con esa pinta de leñador que acaba de talar un bosque entero. Nos encallamos con la pregunta de «¿Quiénes son sus referentes a nivel visual?», y ya no salimos de ahí... Una auténtica pena. Supongo que no entendí tu sentido del humor ruso.
Ahora veo que vuelves con «Los guardianes del día» (te lo has currado con el título, ¿eh?) y me he acordado -amigo Timur- de que hace unos días en Budapest me encontré a un periodista belga que estuvo visitando el set de rodaje de tu último filme, «Wanted», y al que le llegaron voces de que poco menos que te habían dado una patada en el culo porque eso de trabajar con Angelina Jolie y Morgan Freeman te venía muy grande.
No sé si será verdad, pero si lees esta carta contéstame, que me tienes preocupado. Ya sabes quién soy y dónde encontrarme. Con cariño, yo.
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