Suplementos de vitamina D pueden reducir el riesgo de esclerosis múltiple
Los resultados publicados en «Neurology» deben validarse, pero los investigadores creen que es «emocionante» pensar en una forma de prevención tan sencilla

Estudios epidemiológicos previos habían comprobado que la prevalencia de esclerosis múltiple es mayor en las poblaciones más lejanas del ecuador y con menos horas de exposición a la luz solar. De alguna manera, se sospechaba una conexión entre la exposición a la luz solar, que permite sintetizar la vitamina D de los alimentos, y la probabilidad de padecer esta enfermedad neurológica.
Con esta hipótesis de partida, investigadores norteamericanos de la Escuela Pública de Salud de Harvard, quisieron demostrar si la vitamina D jugaba algún papel en la prevención de esta enfermedad que destruye la mielina, protectora de las fibras nerviosas del Sistema Nervioso Central. Sus concclusiones se publican en el último número de la revista «Neurology» y afirman que tomar suplementos de vitamina D reduce en un 40% las posibilidades de padecer esclerosis múltiple.
Ahora los resultados deben validarse en otros trabajos. Pero es «emocionante» pensar en una forma de prevención tan sencilla, asegura Kassandra Munger, autora del trabajo. Al menos, eso es lo que han demostrado en mujeres. Sus conclusiones se basan en los datos de dos grandes estudios realizados sobre la salud de las enfermeras.Para llegar a esa conclusión, los investigadores revisaron los datos de dos grandes estudios de veinte y diez años de duración en los que se habían estudiado la salud de 187.563 mujeres. En ambos estudios, se comprobó la dieta que seguían las mujeres y si utilizaban suplementos vitamínicos. Esta información se revisó cada cuatro años. De las 187.563 mujeres del estudio a 173 se les diagnóstico esclerosis múltiple durante el curso del estudio.
Consumo diario
Se dividió a las mujeres en dos grupos, en función del consumo de vitamina D. Aquellos con la ingesta más alta de vitamina D (suplementos con más de 400 IU o más diarios) fueron un 40 por ciento menos propensos a desarrollar la enfermedad que aquéllos que no consumieron vitamina D. El riesgo fue más bajo en aquéllas voluntarias que tomaron esta vitamina y no se comprobó ninguna reducción en aquellas que obtuvieron la vitamina D exclusivamente de la comida.
Durante el estudio también se tuvo en cuenta si las participantes fumaban y dónde nacieron, pero los resultados no variaron. Puesto que la mayoría tomó complejos multivitamínicos, la doctora Munger, autora del trabajo, explica que es difícil aislar los efectos de la vitamina D en exclusiva de los efectos de otras vitaminas. «Sin embargo, ninguna de esas vitaminas se pudo relacionar de forma significativa con el riesgo de padecer esclerosis múltipe».
Otras investigaciones habían apuntado el papel de la vitamina D en la esclerosis múltiple. En modelos de ratones se había comprobado que los suplementos de vitamina D pueden prevenir o favorecer al curso de la enfermedad. Una investigación también había mostrado que las personas con esta enfermedad suelen tener niveles insuficientes de vitamina D y que esos periodos con niveles bajos coincidían con un periodo alto de la actividad de la dolencia. Por contra, momentos con altas concentraciones de vitamina D preceden a una actividad menor de la enfermedad. Para la doctora Munger, los próximos estudios deberían medir los niveles de vitamina D en la sangre.
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