El juez dicta prisión incondicional para «Santi Potros» por el elevado riesgo de fuga

Tras tomar declaración indagatoria este martes el etarra (una vista en la que se le ha informado de su procesamiento), Andreu justifica la medida de prisión no solo en la gravedad de la pena a la que se expone, sino sobre todo en el riesgo de fuga.

En este sentido, en los dos autos en los que accede a la solicitud de la Fiscalía, el instructor recuerda que ante la inminencia de los juicios que se van a celebrar contra él, el instigador de la matanza de Hipercor podría tener la «tentación» de huir. Además si lo hiciera a Francia el asunto se complicaría aún más pues fue precisamente ese país el que negó en su momento la entrega del terrorista por estos hechos: el intento de asesinato del exfiscal general del Estado, Luis Antonio Burón Barba en Madrid, en 1986, y contra el guardia civil Juan Frustuoso Gómez, asesinado en Barcelona en 1987.

«No debe obviarse que la organización terrorista ETA cuenta aún con activos personales y medios suficientes para procurar la huida y ocultación de sus miembros, lo que permitiría la acusado contar con una estructura suficiente» para eludir la acción de la justicia, señala el magistrado.

El atentado de 1987 fue cometido por un comando de ETA mediante la colocación de un coche-bomba al paso de un vehículo oficial de la Guardia Civil en Barcelona. En él resultó asesinado Juan Fructuoso Gómez, que se encontraba en los alrededores del lugar en el que explosionó el coche-bomba y sufrieron heridas los guardias civiles ocupantes del vehículo, así como otras personas que estaban en las proximidades.

Este comando de ETA, formado, entre otros, por Domingo Troitiño Arranz y Rafael Caride Simón, podría haber recibido las órdenes para cometer el atentado del detenido, Santiago Arrospide Sarasola, según cree Interior.

La otra causa investiga el atentado fallido en 1986 contra el entonces fiscal general del Estado Luis Antonio Burón Barba. La acción terrorista no llegó a producirse porque los integrantes del «Comando Madrid» de ETA encargados de llevarlo a cabo, los etarras Idoia López Riaño, «la Tigresa», y José Ignacio De Juana Chaos, «se quedaron dormidos» la mañana que se había fijado para materializar el asesinato.

De este modo, el histórico dirigente etarra ha vuelto a prisión 46 días después de ser puesto en libertad. La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional adelantó su salida al descontar el tiempo de prisión que cumplió en Francia y el miembro de ETA abandonó la cárcel el pasado 4 de diciembre, generando un gran malestar entre los colectivos de víctimas.