A Sortu también le inquieta el avance de Podemos

Dirigentes de Sortu, sin querer enfrentarse frontalmente a Podemos, sí han comenzado ya a reprocharle, en intervenciones públicas y en boletines internos, que solo tiene discursos referidos a asuntos sociales, «corrupción del sistema», salida a la crisis económica... -que está bien, dicen los herededos de Batasuna- pero la formación de Pablo Iglesias, según esta versión, «olvida» todo aquello relativo a la «eusko memoria», esto es, que «en Euskal Herria ha habido un conflicto aún no resuelto, con víctimas, también del lado de la «izquierda abertzale», y que hay que acometer mediante un proceso democrático, esto es, una negociación con ETA ».

La crisis económica también ha afectado, y lo sigue haciendo, de forma agresiva al País Vasco y Navarra. Muy especialmente a Guipúzcoa, donde los «indignados» observan que la llegada de Bildu a la Diputación Foral, no ha servido para mejorar la situación.

Bildu está centrada en su estrategia de «acumulación de fuerzas soberantistas» y, en este sentido, su objetivo prioritario para próximas consultas electorales, una vez engullido a EA y Aralar, es atraerse votos de los sectores más nacionalistas del PNV y, también, de los descontentos e indignados. De ahí que representantes batasunos, como Tasio Erkizia, tuvieran una participación activa en algunos «escraches».

Bildu-Sortu no se resignan a mantenerse como segunda fuerza. Necesitan en las próximas elecciones autonómicas ser la fuerza hegemónica para asaltar Ajuria Enea y promover una declaración unilateral de independencia, tal y como se recoge en la ponencia «Zutik Euskal Herria». Y por ello necesitan de ese voto que les puede arrebatar Podemos , que también irrumpe con cierta fuerza en ael País Vasco y Navarra.

Pero el ataque de celos que sufre Sortu subió de tono hace escasos días cuando el presidente de Bolivia, Evo Morales, felicitó a Pablo Iglesias, al que calificó como «hermano», por el avance de Podemos. Llovía sobre mojado, porque los dirigentess de la «izquierda abertzale» ya veían con recelos desde hace tiempo las estrechas relaciones entre los estrategas de Podemos y el régimen chavista de Nicolás Maduro.