El Rey y Rajoy reciben a Sarkozy

Sarkozy, que solicitó este encuentro con ocasión de su visita a España para atender la invitación de una empresa, se ha encontrado en el salón de audiencias con una gran afluencia de prensa cuando aún está reciente la jornada electoral y el mismo día en que el presidente de su partido, la UMP, Jean Francois Copé, ha dimitido por su implicación en un caso de presunta financiación irregular.

Un efusivo abrazo, que ha completado poco después con una palmada en el hombro, ha sido el saludo de don Juan Carlos al expresidente francés, que ha comentado con el Rey el gran número de periodistas que habían acudido para presenciar este encuentro y ha sugerido que no se debía a su presencia, sino a la del Monarca.

Tras posar junto a Sarkozy para los medios gráficos e intercambiar con él unas primeras palabras en tono distendido, el Rey le ha invitado a pasar a su despacho para mantener allí la reunión a puerta cerrada.

Durante su estancia en Madrid, el exjefe de Estado francés ha sido recibido además por la mañana en el Palacio de la Moncloa por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien ha viajado esta tarde a Bruselas para participar en la reunión de líderes de la UE convocada para analizar el resultado de las elecciones europeas y tratar el relevo en las instituciones comunitarias.

Sarkozy vio por última vez al Rey en enero de 2012, cuando recibió de manos del Monarca el Collar del Toisón de Oro en una solemne ceremonia celebrada en el Palacio Real de Madrid, que le convirtió en el primer jefe de Estado de una República distinguido como caballero de la orden dinástica más prestigiosa del mundo, cuyo jefe y soberano es don Juan Carlos.

Tras hacerle entrega del Collar y prender en su solapa la insignia del Toisón, el Rey elogió en aquella ceremonia al expresidente francés por propiciar "de manera firme y eficaz" la "mayor colaboración política, judicial y policial" entre Francia y España "para acabar con la violencia terrorista".

Sarkozy se convirtió en noticia la semana pasada por unas declaraciones publicadas en el diario 'Le Point', en las que consideraba que hacen falta profundas reformas en Europa y proponía empezar por la suspensión inmediata del tratado de Schengen hasta que se armonizara la política de inmigración.