Ansiedad por el veredicto sobre Bretón

Pese a la cascada de rumores que circularon en torno al pronunciamiento del jurado, sus nueve miembros confirmaron ayer lo que fuentes judiciales apuntaron a ABC sobre la «meticulosidad» con la que estas siete mujeres y estos dos hombres se están comportando frente a un objeto del veredicto compuesto por algo más de veinte hechos, sobre los que deben manifestar si están o no probados, tras el juicio que arrancó el 17 de junio .

Aunque llevan acumuladas treinta horas de deliberaciones, un portavoz del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) precisó a mediodía que ni el jurado ni el magistrado-presidente del tribunal, Pedro Vela, hicieron uso de la posibilidad que la ley les concede a ambas partes de fijar consultas por dudas o establecer instrucciones sobre la fundamentación y encaje del veredicto. Nada de eso se produjo, por lo que cabe pensar que no están existiendo discrepancias notables.

Cuestiones espinosas

Entre los hechos objeto de análisis por el jurado hay cuestiones que en el juicio no han quedado del todo claras, por lo que es normal que su argumentación, en caso favorable o desfavorable, suscite más demora, para no incurrir en contradicciones.

Es el caso de los tranquilizantes Motiván y Orfidal que José Bretón pudo administrar a sus hijos antes de llegar a la finca de Las Quemadillas. Se le acusa de haberlos quemado allí en una hoguera de grandes dimensiones. Pero no se ha podido demostrar que les diera los tranquilizantes.

Tampoco ha quedado claro por el análisis de su móvil si la mañana de autos fue a la finca a supervisar si había vecinos, o si experimentó con sus sobrinos la reacción de unos menores al verse perdidos. De igual forma, las imágenes grabadas por las cámaras del entorno del parque no han terminado de arrojar plena certeza de si los pequeños Ruth y José iban con su padre en el coche la tarde del 8 de octubre de 2011. Finalmente, los miembros del jurado deberán establecer si consideran culpable o no culpable a Bretón del asesinato de sus hijos, por el que el Ministerio Público y la acusación particular piden cuarenta años de prisión .

La expectación crece en torno al edificio judicial donde delibera el jurado, con una notable afluencia de medios que montan guardia a sus puertas. Los abogados de las partes están localizables en todo momento. Un estudio del Consejo General del Poder Judicial sobre la resolución de casos con jurado por las Audiencias Provinciales desde 1996 establece que solo en uno de cada diez procesos se determinó un fallo absolutorio.