Luis Gallego, un hombre de la casa para pilotar una compañía entre turbulencias
El nuevo presidente de Iberia, experto en «low cost», estuvo ligado a Vueling, Air Nostrum y la extinta Clickair
v. ruiz de almirón/L. m. ontoso
Los últimos meses en la vida de Luis Gallego han sido los de un fulgurante ascenso en medio de los problemas que han asediado a Iberia . Desde que accedió al cargo de consejero delegado de Iberia, este ingeniero aeronáutico por la Universidad Politécnica de ... Madrid ha pilotado la reconversión de la histórica aerolínea española .
Su carrera laboral ha discurrido, casi en exclusiva, en compañías relacionadas con la firma que hoy preside. Comenzó a finales de los años 90 en la franquiciada de Iberia para los vuelos de corto radio, Air Nostrum , una empresa en la que desempeñó diversos cargos hasta que recaló al frente de la dirección técnica del taller de mantenimiento .
Casi una década después, en 2006, afrontó el que sería su primer gran reto, la fundación de Clickair , la «low cost» participada por Iberia que durante su periodo en funcionamiento destacó como la compañía aérea europea con mayor ritmo de crecimiento . Además, fue el germen del que sería el que se ha revelado como el gran éxito del sector aéreo español en los últimos años: el grupo Vueling , con el que se fusionó en 2009 .
En la aerolínea con base en Barcelona fue el responsable de una de las áreas estratégicas, la dirección de producción, clave en la expansión del grupo y sus elevados niveles de puntualidad . Credenciales que le granjearon su nombramiento como consejero delegado de Iberia Express , la filial de bajo coste creada por el anterior consejero delegado del grupo, Rafael Sánchez-Lozano, en marzo de 2012.
Llegada a Iberia
Su salto al máximo cargo ejecutivo de la matriz española era sólo cuestión de tiempo: pese a las restricciones con que se topó la compañía, por la oposición del sindicato de pilotos (Sepla) y un laudo que impide el crecimiento de la aerolínea al 25% del número total de asientos por kilómetros operados por la matriz, IAG , la matriz del Iberia y British Airways, siempre ha defendido su puntualidad y rentabilidad .
El discurso de Gallego al frente de Iberia ha estado presidido en estos meses por un común denominador: la necesidad de lograr una equilibrada estructura de costes y la necesidad de determinar una fórmula competitiva para operar el corto y medio radio, para lo que es necesario el acuerdo con los sindicatos de todos los colectivos de trabajadores, tanto pilotos, como trabajadores de tierra y tripulantes de cabina.
Una de las principales aspiraciones del grupo es lograr el visto bueno de los pilotos para poder operar Iberia Express sin cortapisas , aunque las negociaciones se encuentran prácticamente paralizadas hasta que se presente la nueva estrategia de Iberia para los próximos años, un plan que se conocerá el próximo día 15.
Con nueva imagen, los últimos meses han sido meses de cambio para la antigua compañía de bandera. Gallego ha tratado de trasladar un mensaje optimista sobre las oportunidades que ofrece la unión con British Airways, frente a las voces que consideran que la compañía española ha quedado relegada a los intereses de la británica. Pérdida de rutas incluidas. Gallego, asimismo, siempre ha defendido las sinergias en costes que ha supuesto la fusión, y la posibilidad de acceder a los mercados financieros por formar parte de IAG. Y ha avanzado que, si logra el apoyo de los sindicatos, Iberia podría acometer un plan de crecimiento de rutas a partir del año que viene .
Luis Gallego, un hombre de la casa para pilotar una compañía entre turbulencias
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete