Montoro y Cospedal citan a sus autonomías para cerrar la brecha abierta por el déficit

Esta posibilidad, que se planteó en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera, tras la reunión de Mariano Rajoy y Artur Mas, y que ha sido interpretada por muchos, incluidos algunos presidentes autonómicos del PP, como una cesión del Gobierno a Cataluña para tratar de frenar sus ansias soberanistas, ha caído como un jarro de agua fría en las comunidades que sí han hecho sus deberes tras enormes esfuerzos y a costa, en la mayoría de los casos, de agudizar la recesión. Consideran, en este sentido, una discriminación que ahora a las regiones que no han hecho sus deberes se les dé más margen para cumplir sus objetivos.

Sin embargo, hay autonomías del PP, como la Comunidad Valenciana y Murcia, que se situaron el año pasado a la cabeza del déficit público au- tonómico, que ven con buenos ojos una medida reiteradamente solicitada por Cataluña, y que tiene también el visto bueno de Andalucía.

En la reunión del miércoles, Montoro y Cospedal, presidenta de Castilla-La Mancha, la región que más esfuerzo realizó en 2012 para contener los números rojos de sus cuentas, tratarán de acercar posiciones entre los suyos, para lograr una postura común que plantear al resto de autonomías.

De momento, se va a crear un grupo de trabajo, tal y como acordó el último Consejo de Política Fiscal y Financiera, en el que participarán técnicos de todas las autonomías que lo soliciten, y cuyo objetivo será proponer criterios para distribuir entre las comunidades el límite déficit y deuda que se establezca para el conjunto de autonomías. Y este techo conjunto dependerá de si Bruselas flexibiliza o no el déficit exigido a España. Si se amplía el límite para el país, el Gobierno dará también más margen a las autonomías. La cuestión es cómo se reparte ese margen. El límite actual, idéntico para todas las comunidades, es del 0,7% y hay autonomías, como Cataluña, que piden al menos un 2%.

Hasta ahora el criterio de reparto fijado por los gobiernos del PP y del PSOE había sido establecer un porcentaje del PIB regional idéntico para todas las comunidades. Ahora, el Ejecutivo dice que quiere traladar a las comunidades la arquitectura europea que permite a los países miembros que incumplen volver a la senda de la estabilidad poco a poco y con unos límites de déficit distintos entre unos países y otros. No tiene el mismo objetivo Alemania que España, argumentan fuentes del Ministerio de Hacienda.

En todo caso, la decisión definitiva de si finalmente se optará o no por déficit asimétricos -no a la carta, insiste el departamento de Hacienda-, no está tomada y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ya apuntó la pasada semana que en todo caso «no habrá grandes diferencias entre los límites de déficit que se establezcan para las comunidades autónomas».

El otro melón que está punto de abrirse es el de la financiación autonómica. También se va a crear un grupo de trabajo para estudiar posibles cambios en el modelo de financiación autonómica, que podrían entrar en vigor en 2015.

El problema es que hasta ahora todas las reformas que se han llevado a cabo se han hecho a costa de que el Estado pusiera más dinero encima de la mesa. Unas comunidades se beneficiaban más que otras, pero todas ganaban. Y ahora no hay dinero extra que distribuir. La crisis no da margen. De modo que la única forma de satisfacer las exigencias de una comunidad, en este momento, sería penalizar a otras. Y la duda es si este Gobierno, o cualquier otro, se atreverá a hacerlo. Por eso, hay quien apunta que habrá que esperar a que vuelvan las vacas gordas para reformar el sistema.