110 motivos para admirar a españa
El sector exterior, principal palanca de la recuperación
España es ya la segunda potencia exportadora de Europa, solo por detrás de Alemania
YOLANDA GÓMEZ
Cinco años después del estallido de la crisis económica más larga de la democracia española, el sector exterior resurge y se ha convertido en la principal esperanza para la recuperación de nuestra economía.
Las cifras son elocuentes. Nuestras exportaciones no sólo alcanzan récords históricos -superaron ... los 220.000 millones de euros el año pasado- sino que su crecimiento en los últimos ejercicios, un 3,8% el año pasado tras aumentar a cifras de dos dígitos en 2010 y 2011, supera el aumento de las ventas al exterior de la primera potencia mundial en exportación, China. Y la tendencia, dicen las previsiones de los principales organismos internacionales, se mantendrá en los próximos años pese al deterioro de las economías europeas.
España liderará el crecimiento de las exportaciones de la Eurozona en 2013, con un crecimiento del 4,3%, según los cálculos de la Comisión Europea. «Somos la segunda potencia exportadora de la UE, sólo por detrás de Alemania. Ya superamos a Francia, Reino Unido e Italia en peso exportador sobre PIB», explica el secretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz, a ABC. De hecho, las exportaciones españolas supusieron en 2012 casi un tercio del PIB, el 32,45%, una cifra que en la Unión Europea solo supera Alemania.
Buenas perspectivas
Y las previsiones del Fondo Monetario Internacional son incluso más optimistas. Nuestras exportaciones de bienes y servicios crecerán a un ritmo medio del 4,4% en el próximo lustro, dato superior al de Alemania, 3,8%; Francia, 3,4%; e Italia, 3,1%.
Ante estas cifras «nadie duda de que el sector exterior se ha convertido en el motor de la economía española en la actualidad y de que será el bastión de la recuperación en los próximos años», asegura Antonio Hernández, socio de KPMG en España.
No es la primera vez que nuestro país tira del sector exterior para salir de una crisis económica. La diferencia, recuerda el socio de la consultora internacional, es que en otras épocas se devaluaba la moneda para ganar competitividad, y ahora este aumento de la competitividad tiene que conseguirse con duras reformas.
De ahí que Ignacio de la Torre, director académico de los másteres en Finanzas del IE Business School, hable de «la enorme heroicidad desempeñada por nuestras empresas exportadoras, en un ambiente generalizado de derrumbe moral, económico y político».
Y es que el número de empresas españolas que salen al exterior en busca de oportunidades ante el desplome del consumo interno es cada vez mayor. El año pasado 136.973 compañías exportaron, un 11,4% más que en 2011 y un 35% más que al comienzo de la crisis. Y más importante aún -destacan en la secretaría de Estado de Comercio- en 2012 aumentaron un 2,9% las empresas exportadoras regulares (las que venden productos al exterior durante cuatro años consecutivos), y ya se acercan a las 40.000.
El grupo García Carrión, que nació como una empresa familiar en Jumilla, Murcia, en 1890, es un claro ejemplo de la internacionalización de la empresa española. Convertida en la primera bodega de Europa y la cuarta del mundo, García Carrión vende sus productos, el más conocido el vino don Simón, a más de 155 países. «Don Simón es el vino más vendido en España y el español más vendido en el mundo. Actualmente exportamos casi el 50% de nuestra producción y pretendemos llegar hasta el 75% en los próximos años», explica a este diario José García Carrión, presidente de la empresa.
Pero ¿qué hay detrás de esta mejora de las exportaciones españolas? Los expertos lo tienen claro. España y las exportaciones españolas están ganando competitividad. En 2012, los costes laborales unitarios cayeron un 3,4%, tras reducirse un 1,4% en 2011 y un 2% en 2010. Pero no ganamos competitividad solo por las rebajas de sueldos. También somos más productivos -con menos personas se produce más-. La reforma de la negociación colectiva, el aumento de la inversión en I+D, y el mayor peso en el PIB, tras el desplome de la construcción, de sectores intensivos en conocimiento, están dando sus frutos. El PIB por hora trabajada ha crecido más del 8% desde 2008 en nuestro país, frente a caídas del 1% en el Reino Unido y Alemania y subidas del 2% en Francia, asegura Ignacio de la Torre.
La mayor internacionalización de la empresa española se ha traducido también en una diversificación de los productos que venden nuestras compañías en el exterior y de los destinos a los que se dirigen. «España es el primer exportador de aceite del mundo, y el segundo de vino, pero también vendemos bienes de equipo y productos químicos», explica Antonio Hernández, de KPMG. Asimismo, las empresas españolas se expanden fuera de Europa. Si en 2007, la UE era el destino de más del 70% de nuestras exportaciones, el año pasado absorbieron el 62,8%. Mientras, destaca el crecimiento de las ventas a los mercados emergentes como India, Corea del Sur, China, Brasil o Marruecos.
El futuro tiene amenazas: el mercado europeo se estanca; el acceso a la financiación es difícil y nuestras empresas son pequeñas para salir al exterior; pero también hay grandes oportunidades como el crecimiento de los países emergentes, las mejoras de la competitividad y el efecto arrastre de las grandes multinacionales españolas, que pueden convertir a la exportación en la tabla de salvación que necesita nuestro país.
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