enresa
ATC: Sesenta años de vida
En cuatro años comenzará la actividad del almacén temporal, cuya construcción se iniciará en 2015Ya han comenzado los trabajos del vivero de empresas y el laboratorio que complementan la infraestructura
PILAR HERNÁNDEZ
Es una instalación «necesaria y urgente», el mayor proyecto del Estado español para el futuro almacenaje de los residuos radiactivos de alta actividad y por ello es «necesario cumplir los plazos marcados». Así se pronunciaba el presidente de la Empresa Nacional de Residuos Nucleares ( Enresa ... ), Francisco Gil-Ortega, durante una jornada celebrada en Toledo para dar a conocer el proyecto del Almacén Temporal Centralizado (ATC) que se construirá en la localidad conquense de Villar de Cañas.
Unos plazos que fijan el año 2018 como el del inicio de la actividad, es decir, la llegada de las primeras cápsulas de combustible a la planta procedentes de Francia, país al que ahora España tiene que pagar por almacenar sus residuos nucleares.
Aunque no será hasta el año 2015 cuando empiece a construirse la planta nuclear, la actividad ya ha comenzado en los terrenos elegidos para albergar esta instalación. Se han iniciado las obras de los edificios anexos, el vivero de empresas y el laboratorio, así como el vallado de las 54 hectáreas de terreno que conforman todo el recinto.
En un ejercicio de transparencia, «en Enresa no se esconde ni falsea nada», aseguraba Gil Ortega en la jornada informativa, los responsables técnicos de la empresa explicaban paso a paso todos los trámites que hasta ahora se han realizado para poner en marcha esta infraestructura, así como las características de la planta nuclear, lo que se va a almacenar, las peculiaridades del terreno, etc.
Aunque había una creencia generalizada de que iba a ser una estructura subterránea, lo cierto es que el almacén será una instalación industrial de unos 300 metros de largo por 20 de alto que ocupará unas 32 hectáreas. Consta de cinco espacios principales que reúnen en el mismo recinto el proceso integral para la gestión óptima de los materiales.
Según explicó el director de Ingeniería de Enresa, Pablo Zuloaga, una característica básica de la instalación es su reversibilidad, es decir, el combustible gastado y los residuos radiactivos podrán ser recuperados para su tratamiento o transporte a otro lugar para su gestión posterior.
Hay que tener en cuenta, como su propio nombre indica, que es un Almacén, es decir que no se produce energía ni reacciones nucleares, no es contaminante ni produce gases, humos ni procesos químicos; que es Temporal, autorizado para un periodo de sesenta año, aunque está diseñado para cien años.
Y es Centralizado, es decir, que a él irá todo el combustible gastado y los residuos de media y alta actividad de las centrales nucleares españolas, permaneciendo así en un solo lugar y con una gestión única. En la actualidad estos residuos están dispersados por distintas piscinas de las centrales nucleares.
Qué se almacenará
Según el 6º Plan General de Residuos Radiactivos, se almacenará todo el combustible gastado que se genere en España (6.700 tU); los residuos procedentes del reproceso del combustible de Vandellós I realizado en Francia (68 cápsulas de elementos vitrificados) y residuos de media actividad procedentes del mismo reproceso. También almacenará residuos del desmantelamiento de los componentes internos de las centrales nucleares españolas, como la de Zorita, en Guadalajara, que por sus características no pueden ser almacenadas en El Cabril.
¿Y cómo llegan los residuos hasta el almacén de Villar de Cañas? Lo harán, según el director de Ingeniería de Enresa, en contenedores homologados para el transporte. En la instalación se gestionan de forma integral estos materiales. Se reciben, se descargan, se preparan y se introducen, acondicionados en cápsulas de acero inoxidable, en los tubos de almacenamiento donde permanecerán al menos 60 años, en un proceso automatizado.
La instalación contará con once bóvedas de almacenamiento más una de reserva con capacidad para 120 tubos de almacenamiento en cada una de ellas, que son los que contienen las cápsulas con los residuos radiactivos.
Centro Tecnológico
Pero éste no es el único edificio que tendrá el recinto. Acompañando al almacén, Villar de Cañas contará con dos infraestructuras que contribuirán al desarrollo de la zona: Un centro tecnológico asociado en el que se desarrollará gran parte de la I+D de Enresa, y por otro un parque empresarial que contribuirá a incrementar el tejido empresarial de la zona, según aseguró el jefe del departamento de Ingeniería ATC, Mariano Navarro.
En cuanto al Centro Tecnológico, incluye cuatro laboratorios básicos, uno de ellos situado dentro de la instalación nuclear y otros tres convencionales. Un laboratorio de caracterización de procesos y medio ambiente; un laboratorio de materiales y otro de prototipos industriales.
Por su parte, el Parque Empresarial también incluye tres edificios, un vivero de empresas, un laboratorio conjunto Enresa-Junta de Comunidades para desarrollar proyectos de interés local y regional, y un polígono industrial.
El jefe de Ingeniería de Suelos e I+D de la empresa, Julio Astudillo, detalló todos los procesos que se han llevado a cabo en los terrenos elegidos para albergar el ATC, con sondeos de caracterización, estudios sobre el agua, pozos, vegetación natural, riesgo de inundaciones, población, actividad socioeconómica, meteorología...
Astudillo aseguró que estos terrenos no son propensos a inundaciones, desmintiendo algunas informaciones que aseguraban que el ATC se iba a construir en suelo fácilmente anegable por la cercanía del río Záncara.
Una vez obtenidos todos los permisos y autorizaciones, el edificio que albergará el almacén está previsto que comience a construirse en 2015 y que se inicie la actividad en 2018. Por el momento, según el director técnico de Enresa, Álvaro Rodríguez Beceiro, se están cumpliendo los plazos y el presupuesto. De los aproximadamente 900 millones de euros presupuestados, ya se han licitado unos cien millones. «Se está cumpliendo el programa y no tenemos desviación alguna», recalcó.
En esta jornada, el alcalde de Villar de Cañas, José María Saiz, explicó los beneficios que para su pueblo conlleva esta obra. «Somos el ‘Silicon Valley’ de los residuos radiactivos», aseguró.
ATC: Sesenta años de vida
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete