WhatsApp, la controladora «app» que nos hace sentir la obligación de contestar
El psicólogo Enrique García Huete descubre el lado oscuro de la popular aplicación para teléfonos móviles
guillermo llona
La popular aplicación para teléfonos móviles WhatsApp ha logrado conectar a todos sus usuarios 24 horas al día y de forma gratuita. Pero si bien es cierto que esta herramienta tiene muchas virtudes, también lo es que puede resultar muy peligrosa para quienes ... tengan una personalidad algo «emocional» . Entre las víctimas preferidas de WhatsApp están las parejas , para quienes los sentimientos están siempre a flor de piel.
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«Como todo lo nuevo, WhatsApp tiene cosas buenas y malas . Puedes contactar con todo el mundo de forma inmediata y gratuita, pero las personas más obsesivas pueden interpretar el silencio de, por ejemplo, su novio o novia , como que ya no le quiere», afirma el psicólogo Enrique García Huete . «Estamos viendo personas adictas, que necesitan estar en contacto permanente», advierte.
«Whatsapp facilita el control de los padres a sus hijos menores de edad»
Además, «un usuario se puede sentir en la obligación de contestar siempre a los mensajes de un contacto, dado que WhatsApp permite conocer si cualquiera de los contactos está en ese momento conectado o no», explica el director de Quality Psicólogos . Esta posibilidad de saber quién está en línea cuando no debería estarlo y quien no lo está cuando se supone que tendría que estarlo puede tener consecuencias desastrosas para las parejas porque «en la pareja, sobre todo, se pide fidelidad» , afirma.
WhatsApp hace y deshace. «Sirve para cortejar, y a través de esta aplicación están surgiendo enamoramientos pero, por otra parte, a una amiga mía su novio la ha dejado por WhatsApp », confiesa el psicólogo. La forma en que se utilice la aplicación -correcta o dañina- dependerá en gran medida de la personalidad del usuario. «Las personas más equilibradas no van a utilizar nunca WhatsApp de forma secreta. Pero para las más emocionales el hecho de recibir un mensaje por esta vía resulta muy satisfactorio, y el no recibirlo les hace mucho daño», explica García Huete.
Exceso de control
La popular aplicación ofrece a los usuarios de manera indirecta un control acaso excesivo sobre lo que hacen o dejan de hacer los otros, aunque, como hemos dicho, todo contra tiene su pro . «El control que permite WhatsApp sobre el 'estado' de las personas que están en la lista de contactos de un usuario tiene un claro lado negativo, pero también uno positivo en favor de la vigilancia de los padres a sus hijos menores de edad», asegura Enrique García Huete.
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