el mentidero
Chanel 2020
Sabemos desde ayer que 2020 es la nueva cifra mágica que acompañará al candidato a revalidar la presidencia de la Generalitat, no en forma de fragancia, sino de horizonte soberanista
PUES a mí los discursos del candidato Artur Mas me recuerdan mucho al nuevo anuncio de Chanel número 5 que protagoniza Brad Pitt. Lo digo porque ambos no parecen de este mundo, pues mientras el primero cita a Homero para explicar sus objetivos políticos, el segundo, anuncia colonias como si interpretara a Hamlet. Asistir a un acto prelectoral del presidente de CiU embriaga, ya tenga forma de micromitin como el de ayer, al que sólo asistieron representantes sectoriales del partido, o de encuentro multitudinario con la militancia. No sé a qué huelen los mesías, pero Mas deja a su paso un aroma a leyenda de pasión identitaria que Pitt nunca podría igualar. Sí sabemos desde ayer que 2020 es la nueva cifra mágica que acompañará al candidato a revalidar la presidencia de la Generalitat, no en forma de fragancia, sino de horizonte soberanista, pues los nacionalistas se han propuesto que, para esa fecha, Cataluña sea uno de los países que lideren la Unión Europea.
Pero hete aquí la irrupción en escena de quien estaba condenado a ser el eterno secundario en la escena soberanista y que ahora quiere robar plano a Mas. El socialista Pere Navarro, situado a años luz del carisma de Pasqual Maragall y con la misma carencia de mítica que José Montilla, ha decidido subir su apuesta tras ver las cartas de CiU. Además del derecho a decidir y del referéndum de autodeterminación que reivindica la federación, el PSC propone una reforma de la Constitución. Las encuestas le dan como perdedor, pero los socialistas catalanes se han vuelto adictos al juego soberanista, pues esa es la única explicación a 30 años de coqueteo nacionalista sin rédito electoral.
Saltarse la ley o incumplir las sentencias judiciales debe enganchar, como demostró hace unos días un alto dirigente de CiU, acompañado de otro que en su día lo fue, en un restaurante muy próximo a la sede de Convergència de la calle Còrsega, donde en el transcurso de una cena se empeñaron en saltarse la ley antitabaco. No recuerdo que los nacionalistas se mostraran tan laxos en este tipo de normas cuando se negociaba la instalación de Eurovegas en Cataluña. Pero así es la política: un día eres un hombre de Estado y al siguiente te vas a dormir sólo con Chanel 2020.
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