Guindos avisa de que la recesión obliga a un ajuste extra de 8.500 millones

«Vamos a compensar, en términos estructurales, el ajuste que no se hizo el año pasado y el comprometido para este», anunció ayer durante el Encuentro Financiero Internacional organizado por Bankia y «El País» el ministro de Economía, quien explicó que eso implica reducir «el déficit público estructural en 3,5 puntos del PIB» para llegar a ese 5,8% al cierre de 2012. Y para ello tendrán que recortar más el gasto o subir impuestos.

Lo que el Gobierno ha dejado claro es que esta vez no habrá manga ancha. De Guindos recordó ayer que el ajuste «es imprescindible y tienen que aceptarlo todas las administraciones». El Estado debe reducir su déficit del 5,1% al 4%, las autonomías del 2,9% al 1,5% y los municipios del 0,4% al 0,3%. «Se ha hecho un reparto equitativo, estamos todos en el mismo barco y vamos a remar en la misma dirección», dijo el ministro, insinuando que no habrá ningún trato de favor.

Algunos gobiernos regionales pedirán hoy en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, en el que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, les presentará ese techo de déficit del 1,5% y el plan de pago a proveedores, que se suavice ese tope. Cataluña exigirá que se amplíe ese límite al 1,7%, según fuentes de la Generalitat, informa Àlex Gubern . Galicia pide «incentivos o algún trato especial» a las comunidades que hacen los deberes. Y Andalucía habla de flexibilizar el periodo en que debe hacerse el ajuste».

El Gobierno quiere meter en vereda a las autonomías. Ayer, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, recordó que ellas son las responsables de «la mayor parte del agujero». Y citó a la Comunidad Valenciana como ejemplo de despilfarro en «aeropuertos peatonales» y oficinas en el exterior. «A ninguna autonomía le conviene pedir flexibilidad porque haría un flaco favor a su reputación ante los mercados», dijo ayer Montoro, que no quiere hablar de relajación. Y avisó de que este año exige «un esfuerzo doble».