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«Una prueba de 12 euros puede hacer mucho contra la EPOC»

150 médicos de atención primaria han abordado en Toledo el infradiagnóstico de una enfermedad que puede convertirse en pocos años en la tercera causa de muerte si no se pone pronto remedio

«Una prueba de 12 euros puede hacer mucho contra la EPOC»

MARÍA JOSÉ MUÑOZ

La EPOC, o enfermedad pulmonar obstructiva crónica, es un mal progresivo que dificulta en los afectados una función tan básica como es el poder respirar. El 74% de los enfermos no están diagnosticados, porcentaje que podría bajar sensiblemente si se utilizara más una simple aparato cuya utilización solo cuesta 12 euros, el espirómetro. La enfermedad afecta al 10,2% de la población entre 40 y 80 años, y constituye el 10% de las primeras consultas en atención primaria, y entre el 20 y el 30% en las de especializada. En la actualidad, la EPOC es la quinta causa de muerte en España y una de las principales causas de ingreso y gasto hospitalario. Hablamos con el doctor José Luis Izquierdo, jefe del Servicio de Neumología del Hospital Universitario de Guadalajara.

Tasa de tabaquismo

—Ustedes alertan de que si no existe una buena política de prevención, la EPOC puede incluso convertirse en la tercera causa de muerte.

—Si no modificamos la tasa de tabaquismo, origen de la enfermedad, la impresión es que siga progresando y que sea la tercera causa en 2020.

—¿Afecta más a hombres?

—En España más a hombres; suele ser aproximadamente el 85%. La previsión es que en 10 o 15 años el número de mujeres supere al de hombres.

—¿El único factor de riesgo para esta enfermedad es el tabaquismo?

—Hay ciertos factores de riesgo como la inhalación de humo de leña, pero en países en vías de desarrollo. En países desarrollados como España no se puede hablar de EPOC si no es por el tabaco.

—¿Cuál es el principal síntoma?

—Normalmente, síntomas como la tos y las flemas alertan del síntoma fundamental, que es el ahogo. Los bronquios, aparte de irritarse, empiezan a dañarse, a cerrar, y luego comienza el ahogo, que es realmente lo que hace que la enfermedad sea grave e invalidante. Al principio, el afectado no puede subir dos o tres pisos de escaleras sin ahogarse. Un paciente lo definió muy gráficamente: vive para respirar porque está continuamente con esa sensación que llamamos disnea, realmente angustiosa.

—¿Son grandes fumadores o no tienen por qué serlo para tener EPOC?

—A partir de entre medio paquete y un paquete al día, durante 15 años, ya podemos tener la enfermedad. Lo que pasa es que, aparte del tabaco, sí es cierto que hay personas que son mucho más resistentes al daño del tabaco y otras mucho más delicadas.

—¿De qué depende esto?

—Fundamentalmente hay una serie de factores genéticos; hay otros pacientes que tienen una predisposición asmática alérgica y que, si fuman, acaban pagando mayor precio que una persona normal...el caso es que, incluso fumando lo mismo, no todas las personas responden igual. Lo que sí sabemos es que si a esa persona se lo detectamos con 40 años porque tose, expectora, —que son los síntomas de aviso—, incluso antes de que se ahogue ya ha perdido mucha capacidad respiratoria. Y si le hacemos una espirometría y vemos que empieza a perder su función pulmonar, ya sabemos que es de ese grupo de pacientes que va a ir mal y que si no ponemos las medidas va a acabar en 5, 10, o 15 años con oxígeno, inválido y en una situación catastrófica. El tratamiento de esta enfermedad está muy bien pero la clave está en detectarla precozmente porque después, en una buena parte, es irreversible. —¿Qué puede hacer el médico de atención primaria?

—Fundamentalmente, que ante todo paciente fumador mayor de 40 años, que tiene esos síntomas, tiene que hacerle una prueba que vale 12 euros y que se llama espirometría. Y que no se hace, curiosamente. Y es solo soplar. Muchas veces se están gastando en tratamientos o en medidas incorrectas cientos de euros y no se hace esa prueba sencilla que vale 12 euros y que nos dice, primero, si se tiene o no la enfermedad, porque hay muchos pacientes que están etiquetados en esta enfermedad y no la tienen.

—¿Algún diagnosticado de EPOC continúa fumando?

—Hombre, habrá pacientes que seguirán fumando; yo tengo en la consulta varios pacientes con EPOC que algunos siguen fumando, son pacientes que necesitan una ayuda especial, son enfermos por doble vertiente, por la adicción al tabaco, que incluso sabemos que es especialmente grave en estos pacientes hasta el punto de requerir tratamientos especiales; y por la propia EPOC. Y posiblemente sea un motivo, —si el paciente vemos que quiere pero no puede—, para hacer un doble esfuerzo en el tratamiento de la EPOC y en el tratamiento del tabaquismo, porque también tenemos tratamientos muy eficaces para dejar de fumar

—¿Se refiere a los conocidos, pastillas, chicles, parches..?

—Sí, eso, con un buen apoyo. Por ejemplo, en la Unidad de Guadalajara tenemos una tasa de abandonos del 40 por ciento después de un año.

—Lleva 16 años de jefe de servicio en Guadalajara, ¿cómo ha sido la evolución de los fumadores castellano-manchegos?

—No ha cambiado mucho.

—¿Ni siquiera con la Ley Antitabaco de 2006?

—No, lo que ha mejorado es el ambiente en ciertos entornos, pero la tasa de tabaquismo no. Creo que la ley es un paso adelante, pero no puede cambiar la actitud de un día para otro.Para que un fumador lo deje creo que hay otras medidas mucho más eficaces como es aumentar de forma notable el precio del tabaco. Y la concienciación social.

—¿A qué media de edad se inician los menores en el tabaquismo?

—Normalmente suele estar entre los 13 y los 15 años. La adolescencia es la diana clave porque es mucho más fácil hacer políticas para que no se inicien en el tabaquismo que hacer estrategias para el abandono.

—¿Es cierto que coger a tiempo una EPOC disminuye los índices de aparición de cáncer de pulmón?

—Lo que se sabe es que el tabaco produce mucho daño, y no solo en la EPOC sino en infarto de miocardio, problemas de riego en las piernas y, por supuesto, cáncer de pulmón.

—¿Una esperanza de futuro?

—Tenemos tratamientos tremendamente eficaces que han cambiado totalmente la historia de la enfermedad. Hoy mismo lo comentaba con varios colegas, que cada vez ingresan mucho menos los pacientes en nuestros hospitales por EPOC, cada vez viven más; antes se llenaba la sal. Aparte de hacer bien las cosas, la prevención, el diagnóstico precoz y los tratamientos que son muy eficaces. Podemos hacer mucho por estos pacientes, aunque ya tengan la enfermedad.

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