Reclaman un centro de la memoria para las víctimas de ETA ante las «tentaciones de pasar página»

Las dos entidades han convocado, junto con la Fundación Víctimas del Terrorismo y el Departamento de Historia Contemporánea de la UPV/EHU, el seminario «El lugar de la memoria» que se desarrollará entre hoy y mañana en Bilbao.

El encuentro tiene como objetivo reflexionar y debatir «sin presiones políticas» sobre la conveniencia de un centro de la memoria, así como sobre las características y dinámica que debería tener. Para ello, se ha dado voz a seis representantes de centros de la memoria europeos y latinoamericanos para que expongan sus experiencias.

El vicepresidente de la Fundación Fernando Buesa, Jesús Loza, ha destacado la i mportancia de que el relato de lo acontecido se haga sobre la memoria de las víctimas asesinadas , ya que con sus familiares o los heridos «podemos establecer medidas de reparación». «Pero la única reparación que podemos ofrecer a los asesinados es que su memoria se constituya en una de las bases fundamentales para una futura convivencia en paz y libertad en Euskadi ahora que ETA ha declarado el cese definitivo de su actividad armada», ha señalado.

Tras subrayar que el futuro de la convivencia en Euskadi no se puede construir «ni sobre el totalitarismo ni la exclusión», ha abogado por tomar medidas de memoria «cuanto antes» ya que es necesario posesionarse con claridad para crear instrumentos que permitan construir una memoria basada en las víctimas «ante la posibilidad de que existan voces que pretendan o bien olvidar o a nuestro juicio peor todavía, reescribir la historia basándola a en la famosa teoría del conflicto y enfrentamiento entre dos violencias».

«A nuestro juicio en eso estamos a punto de entrar y nos preocupa», ha dicho.

Loza ha reclamado además una hoja de ruta de los demócratas ante el final de ETA en la que, además de hablar de los presos y los exilados, se aborde «de manera inexcusable la memoria y el significado político de las victimas del terrorismo».

El presidente de Bakeaz, Josu Ugarte, por su parte, ha subrayado que la centralidad de las víctimas cobra cada vez más fuerza en ese esfuerzo de superar la violencia terrorista. «Es una exigencia de justicia, que se les debe a las víctimas de cara a abordar un horizonte cívico, de paz, auténtico y bien fundamentado», ha señalado.

En este sentido, ha explicado que la perduración de la memoria viva es clave ya que se trata de un reconocimiento que se sostiene en el tiempo y una condición básica para guiar ese camino hacia una «auténtica cultura de paz» .

« La paz no puede existir nunca sin justicia y en relación con la violencia terrorista que hemos padecido es fundamental la justicia, el reconocimiento de las victimas y el hacer justicia en relación con ellas», ha enfatizado. Ugarte ha reconocido que estas cuestiones son «delicadas, problemáticas y arriesgadas» porque hay «mucha tentación de pasar página como forma de superar la violencia».

A su juicio, esa tentación es muy fuerte en la sociedad vasca donde «la hegemonía de las diferentes expresiones del nacionalismo es muy fuerte y muy problemática de cara a este tipo de propuestas y reflexiones».

Para «no cerrar en falso» el final de la violencia de ETA , Ugarte considera fundamental promover iniciativas públicas y sociales que enraicen en la sociedad y apuesta por construir un centro de la memoria con unas funciones y actividades que permitan consolidar «una lectura certera y veraz del pasado».