Educación: no es ESO

Merecen un análisis detenido los resultados de la evaluación realizada por el Ministerio de Educación a los alumnos de segundo de la ESO. Una vez más, queda claro que una normativa razonable, que promueva la autoridad del profesor y evite la dispersión de los contenidos, ofrece mejores resultados que otras opciones. El buen rendimiento de los alumnos en Navarra, Castilla y León y Madrid contrasta con las deficiencias que se observan en comunidades tan relevantes como Cataluña. Aunque hay algunos matices, es notorio que las regiones gobernadas por el centro-derecha obtienen niveles más altos que las gestionadas por el PSOE. A su vez, los resultados en las comunidades bilingües son bastante discretos. Es importante realizar este tipo de evaluaciones —en los que Madrid fue pionera— ante la fragmentación de nuestro sistema educativo en diecisiete modelos que tienden a la dispersión.