«Es necesario aplicar mecanismos de gestión en las materias primas agrícolas como ocurre en otros suministros estratégicos»

Esta incertidumbre ha llevado también en nuestro país a varios eslabones de la cadena alimentaria como agricultores, ganaderos, fabricantes de piensos, comercializadores o la industria alimentaria a analizar el actual escenario de volatilidad para intentar aportar soluciones de futuro. Así, el presidentes de la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (Cesfac), Miguel Ángel Díaz Yubero; el consejero de presidencia de la Federación de Industrias de Alimentación y bebidas (FIAB), Jorge Jordana, y el presidente del Foro Agrario, Pedro Urbano, acaban de presentar las conclusiones de las jornadas «Volatilidad e incertidumbre en el mercado de las materias primas agroalimentarias», celebradas el pasado 24 de mayo. En ellas pusieron de manifiesto el gran problema que vive la ganadería española, en especial las cabañas de vacuno de carne y porcino (nuestro país es el cuarto productor mundial por detrás de China, EE.UU. Y Alemania), debido al encarecimiento de los piensos, una tendencia que se viene manteniendo desde 2007. Díaz Yubero destacó el déficit de producción ocurrido en 2009 y 2010, junto a un mayor aumento del consumo, en especial en los países emergentes como China e India. Este mayor consumo no solo se está produciendo en la alimentación humana, sino también en la animal para la producción de carne. Asimismo se está dando un incremento de los biocarburantes, principalmente de bioetanol.

Por su parte, Jordana incidió en el hecho de que España está perdiendo una clara oportunidad productiva y está dejando de ocupar una parte muy importante en el mercado internacional. A su juicio, es imprescindible aumentar la producción de alimentos, ya que «siempre que exista déficit de materias primas habrá volatilidad». Cree que esta volatilidad se puede mitigar mediante la aplicación de mecanismos de gestión de mercados, «tal y como se aplican en otros suministros estratégicos».

Jordana fue especialmente crítico con la política contradictoria y errática de la UE, ya que permite entrar por nuestras fronteras y consumir productos que no permite producir en los países de la Unión. Además, el modelo europeo de producción genera unos costes adicionales que limitan la competencia a nivel internacional.

Otros factores a tener en cuenta son la desaparición de explotaciones agrícolas y ganaderas, debido a la imposibilidad de trasladar los costes de producción —cada vez más elevados— a los productos, al igual que el agua, que es uno de los factores que limitan más el crecimiento y desarrollo de los países. Urbano incidió que la tercera revolución agrícola en ciernes se la está denominando «azul», debido a la importancia del citado elemento.

Finalmente —destacó Jordana— las «carencias en investigación en las áreas agroalimentarias», tanto en Europa como en España.