La gran miniserie del fútbol: 350 millones de espectadores
Al menos una decena de factores influyen en el número de personas que verán los cuatro Madrid-Barça
F. MARÍN BELLÓN
Hoy se emite, a través de La Sexta y de los canales autonómicos el primero de los cuatro capítulos que componen la gran miniserie del fútbol, cuyos episodios no solo liderarán las listas de programas más vistos en España en sus respectivos días de emisión ( ... 16, 17 y 20 de abril, con el colofón del 3 de mayo), sino que conseguirán una audiencia global de 350 millones de espectadores. La cifra —que por una vez es una estimación real, no potencial—, es el resultado de los cálculos de la empresa Prime Time Sport, especializada en representación de jugadores y en marketing deportivo.
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Según el «Informe especial 4 clásicos 2011», el partido de hoy reunirá a 78 millones de personas alrededor de los televisores de todo el planeta. La final de Copa del 20 de abril en Valencia concitará el interés de 77 millones de espectadores, mientras que cada duelo de la semifinal de Liga de Campeones entre el Real Madrid y el F.C. Barcelona superará los 90 millones. Solo en el caso de que el encuentro de ida deje la eliminatoria resuelta bajaría la audiencia, que en ese caso podría quedarse en «solo» 80 millones.
Las variables de la audiencia
¿Cómo se llega a estas cifras? Se han tenido en cuenta diez variables, la mayoría de las cuales arrojan resultados casi máximos. Pocas veces, eso es obvio, un partido de fútbol reúne más alicientes. A su vez, a cada variable se le añade un factor de ponderación, porque no todas pesan igual en el resultado final. Las dos más decisivas son la importancia del resultado y la cobertura televisiva global de cada partido. Como es natural, la Champions gana en ambos casos con claridad frente a la Liga y la Copa del Rey. En la competición de la regularidad, el duelo de hoy no será tan decisivo como otros clásicos. En el caso de la final de Copa, la relevancia internacional no es tan elevada.
Otros factores que también se miden para calcular la audiencia final son la rivalidad entre los equipos (máxima, en todos los casos), el día y la hora del partido (aquí es preferible jugar entre semana y en horario nocturno de máxima audiencia) y el valor de marca de cada uno de los equipos, que vuelve a ser el mayor posible en los cuatro partidos estudiados.
Por último, se tienen en cuenta otras variables: el momento deportivo de los contendientes (fantástico el de los dos), el prestigio internacional del campeonato (la Liga de Campeones no tiene rival), el estadio donde se juega (el único que no alcanza la máxima puntuación es el de Mestalla, donde tendrá lugar la final de Copa) y la ciudad (Valencia tampoco tiene el mismo peso internacional que Madrid y Barcelona).
Con todos estos datos, si el partido de vuelta de la Champions no llega con la eliminatoria resuelta, será con toda probabilidad el que alcance una audiencia global de 95 millones de espectadores, una cifra elevadísima, muy cerca de los 109 millones que consiguió la final de esta competición en 2009, en la que el Barcelona se impuso 2-0 al Manchester United, entonces vigente campeón, que lideraba Cristiano Ronaldo.
A priori, el segundo de los cuatro partidos más interesante será la ida de la Liga de Campeones, que tiene todos los alicientes para «parar» el mundo, y que solo se ve penalizado porque el resultado, salvo las excepciones expuestas, no es tan determinante como el de vuelta. El choque de hoy en el Bernabéu, por su parte, ha despertado enorme expectación, aunque cabe matizar que tener otros tres clásicos por detrás le resta algo de exclusividad. Los caprichos del balón son imprevisibles; ya veremos si los del espectador son más previsibles.
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