Enchufados a la región
La posibilidad de aplicar un impuesto por el impacto ambiental de la producción hidroeléctrica y al transporte de energía cobra especial importancia en una Comunidad que exporta al menos la mitad de la electricidad que produce
MONTSE SERRADOR
Hidráulica, nuclear, carbón y renovables, fundamentalmente eólica, son las diversas fuentes que componen el mix energético de Castilla y León, posiblemente el más completo de España, y que sitúan a la Comunidad en una situación de privilegio a la hora de producir energía. ... Lo cierto es que Castilla y León fue en 2009 la cuarta Comunidad en producción de electricidad, sólo superada por Cataluña, Andalucía y Galicia, según fuentes de Red Eléctrica Española. La primera es líder gracias a la nuclear; Andalucía, por la producción en ciclo combinado, y Galicia, por la hidráulica, que alcanzó los 6.171 gigawatio (GWh), mientras que la Comunidad castellano y leonesa obtuvo 5.739. Pero por encima de la hidráulica, la eólica de la región se encuentra a la cabeza de todas las autonomías, con una producción que el pasado año alcanzó los 4.800 MW (megawatios) de potencia instalada, según fuentes del sector, con 204 parques en funcionamiento.
Este potencial eléctrico se traduce en que Castilla y León consume la mitad de lo que produce o incluso en años especialmente buenos un tercio, con lo que se convierte en la primera potencia exportadora, sobre todo a comunidades limítrofes como, Madrid fundamentalmente, País Vasco y Cantabria. Por ejemplo, en 2009 sólo consumió 12,7 millones de MWh de los 23,9 generados, es decir, un 53 por ciento; aunque en ejercicios de gran producción como 2007, en el que se generaron casi 37 millones de MWh sólo se gastaron aquí 12,7.
Y que Castilla y León sea la Comunidad más grande de España y de Europa, unido su emplazamiento geográfico, motiva que todas las líneas de transporte de energía deban pasar por estas tierras. Fuentes de Red Eléctrica Española (REE) precisaron que en España hay más de 40.000 kilómetros de líneas de alta tensión (de 220.000 y 400.000 voltios) y la mayoría atraviesa la región.
Precisamente es en estos dos componentes —potencia generada y kilómetros de cables cosiendo la Comunidad— donde la Junta, con el apoyo de los grupos políticos, ha fijado las miras para crear dos nuevos impuestos que graven la producción y transporte de energía, aunque en este último caso, según fuentes de REE, al tratarse de infraestructuras sin las cuales la producción de energía no tendría utilidad, ya que sería imposible llevarla de un lugar a otro, una línea de alta tensión es de utilidad pública y, por lo tanto, consideran que no es justificable un impuesto.
Hidrología favorable
En el caso de la producción, el canon que se estudia iría dirigido a la producción de energía hidráulica, campo en el que Castilla y León dispone de un enorme potencial . La producida por la fuerza del agua es, desde hace años, la más rentable, por cuanto las centrales hidroeléctricas están sobradamente amortizadas y los costes de producción son mínimos. La hidrología del año, es decir, la abundancia de agua, es el único condicionante de una actividad económica a la que, después de no poco tiempo deseándolo, la Junta e plantea aplicar un impuesto. Eso sí, sería una tasa medioambiental por el impacto que genera la producción de energía hidráulica.
Tres son las empresas más importantes que operan actualmente en el territorio regional, Iberdrola, Gas Natural Fenosa y Endesa, y las que más se verían afectadas. La mayor producción corresponde, con diferencia a Iberdrola, líder tanto en producción hidroeléctrica como en eólica. En la primera, sus embalses se encuentran distribuidos entre las provincias de Zamora y Salamanca, donde se encuentran las centrales de Ricobayo, Castro, Villalcampo, Aldeadávila, Villarino y Saucelle. Aldeadávila tiene en su haber el ser la central hidroeléctrica de mayor producción de España gracias a un espectacular salto de agua en plenas Arribes del Duero. El salto de Villarino está situado en el embalse de Almendra, el más grande de España, con capacidad para 2.586 hectómetros cúbicos de agua. Todas ellas superan ampliamente los cien MW de potencia instalada, hasta el punto de que Aldeadávila se eleva por encima de los 400.
Iberdrola obtuvo el pasado ejercicio una producción de energía hidráulica considerada entre las tres mejores de los 30 últimos años. De hecho, incrementó su producción en 2010 un ocho por ciento gracias a la actividad de sus centrales hidroeléctricas —las más importantes situadas en el sistema Duero— que han elevado su generación un 84,4 por ciento, hasta alcanzar los 22.073 millones de kWh, y han aportado el 14,3 por ciento de toda la energía generada por Iberdrola a lo largo del año anterior.
Por lo que se refiere a Gas Natural-Fenosa, cuenta con minicentrales hidráulicas en Ávila (Puente Nuevo, Burguillo, San Juan y Picada), que suman 60 MW de potencia, mientras que en Segovia dispone de Burgomillodo, Linares y Las Vencías, que acumulan 20.
Los mismos «dueños»
En el caso de Endesa, tiene dos centrales en Zamora (Ribadelago y Porto) y otras seis en León (Matarrosa del Sil, Rioscuro, Palacios del Sil, Ponferrada y dos en Toreno). Las mismas tres compañías eléctricas son las propietarias de las centrales térmicas. Así, la palentina de Guardo pertenece a Iberdrola, La Robla (León) es de Gas Natural-Fenosa y Compostilla (León), de Endesa. Por último, Anllares tiene como copropietarios a Gas Natural Fenosa y Endesa.
También hay copropietarios en el caso de la central nuclear de Garoña, que explotan conjuntamente Iberdola y Endesa, aunque este tipo de fuente energética quedaría exento de canon. Sobre ella pesa la incertidumbre de su futuro después de que el Gobierno de Zapatero pusiese fecha de caducidad en 2013 a la planta burgalesa y ahora parece que se podría replantear su cierre.
También incertidumbre sobre otro de los polos del mix energético de Castilla y León: el carbón. La situación del sector minero es más que preocupante y, a medio plazo, las centrales térmicas pueden dejar definitivamente de utilizar el mineral de las cuencas de León y Palencia en beneficio del importado. Si eso sucede, Castilla y León seguirá contabilizando su producción a través de las cuatro centrales térmicas de que dispone, si bien el combustible que se utilice llegará de fuera de las fronteras nacionales. Por lo que se refiere a las renovables, la región es líder indiscutible en eólica y despunta en solar.
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