Estrangula a su mujer y avisa al 091 al día siguiente
El agresor explicó que tuvieron una fuerte discusión y usó un cordón para matarla
«Acudan al número 11 la calle de Mártires de Fuenlabrada. Al segundo piso. Ahí encontrarán a una mujer muerta». Ese fue el lacónico mensaje que ayer, al filo de las 16.30 horas, realizó un hombre a la sala del 091. Agentes de la Policía Nacional de Fuenlabrada se pusieron en marcha y, en el lugar indicado, les abrió la puerta la dueña de la vivienda, quien, extrañada, indicó a los agentes que en la casa no había nadie.
Explicó que tenía alquilada una habitación a un matrimonio español y que ninguno de los dos estaba en ese momento. Los agentes se dirigieron al dormitorio y comprobaron que su comunicante no mentía: sobre la cama, yacía el cuerpo sin vida de la inquilina, Carmen J. N., de 54 años. Estaba estrangulada y rígida debido al tiempo que había transcurrido desde que fue asesinada.
Cuando la Brigada de Homicidios de la Policía Judicial abandonó el inmueble, situado en un edificio de dos alturas de nueva construcción, se percataron de la presencia de un individuo merodeando por allí. Tras dirigirse a él, el hombre lo confesó todo. Él, Francisco N. J., de 47 años, era el supuesto agresor y marido de la fallecida, el que les llamó. Indicó a los agentes, para justificar lo sucedido, que la noche anterior había mantenido una acalorada discusión con la víctima, en el transcurso de la cual «echó mano de un cordón y la mató».
Ahora falta por determinar si la infortunada, además de estrangulada, como explicaron fuentes policiales, sufrió, además, otras lesiones violentas, un extremo que aclarará la autopsia.
El supuesto homicida fue trasladado hasta la comisaría de la Policía Nacional de Fuenlabraba. Allí constataron que a Francisco no le constan denuncias previas por malos tratos con la fallecida ni con otras parejas ni tampoco órdenes de alejamiento. El suceso causó la lógica conmoción en la zona, y, aunque el piso en el que ocurrieron los hechos no consta registrado como pensión, algunas fuentes indicaron que funcionaba como tal.
Esta es la primera víctima de la violencia de género en la región y el quinto homicidio desde que comenzó el año. Los dos últimos se han registrado en menos de veinticuatro horas: el lunes un traficante colombiano murió a tiros en su domicilio de Usera, que funcionaba como laboratorio de coca. Su agresor está ya detenido.
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