El material robado sirve a ETA para vivir clandestina diez años
Con las tarjetas sustraídas en Francia podría falsificar DNI y carnés de conducir
El material informático robado el pasado lunes por ETA en Francia sirve también para falsificar documentos de identidad y carnés de conducir que dispondrán de una validez de hasta diez años, como tienen los legalmente expedidos por el Ministerio del Interior. En un principio, los investigadores no alcanzaban a entender qué destino podría darle ETA a las 6.000 tarjetas vírgenes y otras con bandas magnéticas, al considerar que, a diferencia de los grupos de delincuencia organizada, no está preparada para manipular estos productos. Sin embargo, una vez analizado el material sustraído, los especialistas en informática consideran que con las tarjetas, junto con las impresoras y programas informáticos para el funcionamiento de las mismas, la banda puede falsificar documentos de identidad y de conducir.
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Fuentes de la lucha antiterrorista señalan que esta labor de abastecimiento demuestra en primer lugar que la organización criminal, pese a un comunicado futuro en el que podría anunciar un alto el fuego vericable, no tiene intención por ahora de dejar las armas. En segundo lugar, pone al descubierto el estado de desabastecimiento de su «aparato de falsificación», después de los golpes recibidos con la detención de Ekaitz Sirvent, al que le intervinieron abundante material para la falsificación de documentos, y con el descubrimiento de varios «zulos» en el sur de Francia, en los que los terroristas también tenían escondidos productos para confeccionar documentos falsos.
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Pero sobre todo, para los especialistas consultados, con el robo perpetrado en la empresa Impuls-France, situada cerca de Lyon, ETA ha querido actualizar sus documentos de identidad y de conducir, para de esta forma facilitar los desplazamientos de sus pistoleros por España y Francia. La banda necesitaba ponerse al día porque ahora en nuestro país se expide el carné electrónico y con el material sustraído podrían confeccionarlo e ir sustiyuendo así el antiguo que carece de chip electrónico.
Junto a esta renovación, los expertos destacan un dato de gran importancia: los documentos que puedan falsificar tendrán una validez de diez años, a semejanza de los expedidos por el Ministerio del Interior. Este dato, en un momento en el que se espera un comunicado en el que ETA podría a anunciar una tregua, lleva a preguntarse ¿por qué la banda necesita proveerse de documentación falsa para tanto tiempo? ¿Es que pretende estar en la clandestinidad al menos dos lustros?
En el robo, además de la mujer y los dos hombres que armados y encapuchados irrumpieron en la empresa, participó al menos un cuarto individuo que desde el exterior estaría haciendo labores de vigilancia. Esta hipótesis se sustenta en que los asaltantes portaban walkie-talkies con los que se comunicaban con otro terrorista situado fuera de la empresa.
Mientras, los sindicatos policiales SUP y CEP coincidieron al interpretar el robo como la demostración de que ETA no tiene «intención de dejar las armas», al tiempo que instaron a Batasuna a condenar las acciones de los terroristas, incluido el citado asalto. Desde la «izquierda abertzale» la única respuesta al robo fue el silencio. Lokarri, movimiento nacionalista favorable a la negociación, volvió a pedir a la banda que declare «un alto el fuego permanente, unilateral y verificable» y que dé pasos hacia «el final de la violencia».
Mientras, Aurore Martin, dirigente de Batasuna en Francia, ha cumplido su palabra del pasar a la clandestinidad. Lo anunció el pasado lunes. Ayer tenía que haber comparecido en Comisaría y, ante su ausencia, la Fiscalía de Pau ha emitido una orden de arresto.
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