Suscribete a
ABC Premium

La bandera de Gibraltar

AFORTUNADAMENTE, la diplomacia española ha sabido reaccionar y ha hecho oír su voz ante el despropósito de conceder a Gibraltar el estatuto de país independiente. Ni Estados Unidos, ni mucho menos Gran Bretaña, ignoran que esa es una posibilidad que está jurídicamente excluida de acuerdo ... con el Tratado de Utrecht y que una actitud como la que se ha constatado con la firma de un convenio con el Departamento norteamericano del Tesoro no es en modo alguno tolerable para España. Es difícil identificar si detrás de este gesto, aparentemente banal, se esconde una intencionalidad más sofisticada para mostrar el descontento ante algunas de las decisiones que ha tomado recientemente el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, como la abrupta retirada de Kosovo; pero en cierto modo queda claro que este hecho constituye una vuelta a la rutina histórica imperante en este conflicto: Gran Bretaña actúa de vez en cuando para medir el grado de vigilancia de la diplomacia española y los responsables gibraltareños siguen dispuestos a aprovechar cualquier resquicio para tratar de avanzar un paso hacia sus permanentes quimeras de independencia.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia