turismo
El esplendor de Toledo desde el Valle
La ruta arranca en la ermita y, después, se adentra por las estrechas calles del Casco Histórico
Hay visitantes que llegan a Toledo para visitarla en una sola jornada. Esta ruta está pensada para que se pueda contemplar y recorrer algunos de los lugares más emblemáticos de la Ciudad Imperia l, capital de Castilla-La Mancha y la «joya» de esta Comunidad autónoma. Si viaja en el AVE tiene la opción y, además lo recomiendan los guías turísticos de coger el tren turístico y dirigirse a la parte alta de la zona conocida como el valle. Cerca de la ermita del Valle usted podrá contemplar la belleza y el entramado urbanístico que compone el Casco Histórico. Con unas imágenes que le trasladaran en el tiempo y mientras el río Tajo silenciosamente abraza a la ciudad amurallada.
Luego el autobús o el tren turístico de Toledo le devolverá a los Jardines de la Vega y el Hospital de Tavera, construcción renacentista del siglo XVI. Trescientos metros más adelante a través de la Puerta de la Bisagra, que mandara construir Carlos V en 1550, se accede al Casco Histórico por la calle del Arrabal, donde se encuentra la Iglesia de Santiago del Arrabal de estilo mudéjar-Continuamos por la misma calle hacia la Puerta del Sol, construida en el siglo XIV por el obispo Don Pedro Tenorio desde donde nos podemos desviar a la Mezquita del Cristo de la Luz, fechada en 999.
Regresaremos a la Puerta del Sol para, por la calle Carretas, llegar al paseo del Miradero y unos metros más adelante se encontrará en la Plaza de Zocodover, antiguo zoco musulmán que hoy es el epicentro turístico de la ciudad. Desde la plaza de Zocodover a través del Arco de la Sangre se llega al Museo de Santa Cruz, magnífica construcción renacentista fundada por el Cardenal Mendoza, obra de Enrique Egas y Alonso de Covarrubias. Si vuelve sobre sus pasos llegará nuevamente a Zocodover, desde donde puede dirigirse al Alcázar, edificio que alberga el Museo del Ejército y la Biblioteca Regional de Castilla-La Mancha.
Por la calle de Martín Gamero se accede a la plaza de las Cuatro Calles y después a la calle del Hombre de Palo, que bordea la Catedral que, construida entre 1226 y 1493, es el ejemplo más notable del gótico español; su portada principal da a la Plaza del Ayuntamiento en la que podemos ver también el Palacio Arzobispal.
Desde la plaza del Ayuntamiento se puede subir hacia la Calle Trinidad, donde nos encontramos con la antigua Iglesia de San Marcos, hoy Centro de Interpretación del Toledo Histórico, que nos da las claves necesarias para hacer comprensible la ciudad de una forma diferente y vanguardista.
Si seguimos bajando la calle, llegamos a la Plaza del Salvador, en cuyo espacio existió una Mezquita fechada en el siglo XI, sobre un estrato tardo romano y visigodo, para más tarde en 1159, tornarse el edificio en la iglesia. Continuamos por la Calle de Santo Tomé, donde se encuentra la Iglesia Parroquial del mismo nombre, con su imponente torre de estilo mudéjar. Encontrándose aquí la obra maestra de El Greco, «El Entierro del Señor de Orgaz». Anexo a la Iglesia de Santo Tomé, en la Plaza del Conde está el Palacio de Fuensalida, construido por Pedro López de Ayala, Señor de Fuensalida en el siglo XV.
Por la calle de San Juan de Dios se llega al Museo de El Greco, y a la Sinagoga del Tránsito, fundada en 1366 por Samuel H. Leví, tesorero de Pedro I -siglo XVI. Continuando por la calle de los Reyes Católicos llegaremos a la Sinagoga de Santa María la Blanca y al Monasterio de San Juan de los Reyes, edificado por los Reyes Católicos para conmemorar la victoria de la batalla de Toro de 1476, ejemplo más representativo del estilo Isabel. Desde aquí podemos acercarnos a la Puerta del Cambrón, única que permite el tráfico rodado.
Después se puede continuar por la Calle Real hasta la Plaza de Santa Teresa, donde se ubica el Convento de las Carmelitas, continuamos por la Calle Real hasta llegar a la Plaza y Convento de Santo Domingo el Antiguo, donde podemos contemplar el retablo que contiene las primeras obras pintadas por El Greco en Toledo. Para continuar por la cuesta de Garcilaso de la Vega hasta el Convento de San Clemente a la derecha con una importante portada del renacimiento final. Frente a ésta la Iglesia de San Román, donde está actualmente el Museo de los Concilios y de la Cultura Visigoda, se distingue por la Torre Mudéjar desde la que se puede contemplar una bella vista de la ciudad.
Bajamos por la calle de San Román hasta la Plaza Padre Juan de Mariana, donde se encuentra uno de los ejemplos barrocos más importante, la Iglesia de San Ildefonso o de los Jesuitas, desde donde se puede disfrutar de una de las mejores y más bellas y originales vistas de Toledo gracias al mirador de sus torres.
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