Marta Revillas presenta en San Clemente su última obra pictórica

El Centro Cultural San Clemente abrió el viernes la exposición de la pintora toledana Marta Revillas, que ha regresado en Irlanda, para presentar en su ciudad sus últimos trabajos. Durante todo el mes de febrero se podrá conocer su evolución artística a partir de las exposiciones denominadas «I love Petrol» y «Respuestas Automáticas».

La artista, licenciada en Bellas Artes, y avalada por las sus exposiciones individuales y colectivas en España y fuera de nuestras fronteras, ofrece a los amantes de la pintura una propuesta innovadora y sugerente. [Fotogalería: Las imágenes de la exposición en San Clemente]

A través de ellas experimentamos la evolución de la obra de Marta Revillas, desde la vertiente mecánica y automovilística hacia la abstracción que desarrolla en la actualidad. Ambas muestras expresan la frescura y la juventud de la pintora. En I Love Petrol se reejan el ruido de los motores, banda sonora de la vida cotidiana; la música rock, que sugieren las distintas motos; la libertad de movilidad que nos proporcionan los medios de transporte en este siglo XXI. En denitiva, un resumen del estilo de vida contemporáneo, que se transforma en una metáfora de la libertad.

En Respuestas Automáticas vemos la sucesión continua de respuestas automáticas a las preguntas que nos propone el uso continuado de las nuevas tecnologías y las redes sociales a lo largo de nuestro día a día.

Marta Revillas cuenta con una dilatada trayectoria artística con exposiciones individuales y colectivas en España, Holanda e Irlanda, su actual lugar de residencia. Fue becaria de la Diputación Provincial de Toledo en Casa Falconieri, Cagliari (Italia), en el año 2009.

Según dice la propia autora de la obra que presenta en Toledo «es una línea conductora entre los dos proyectos “I Love Petrol“ y “Respuestas Automáticas”, ésta última en la que estoy trabajando desde mi estancia en Irlanda e Irlanda del Norte, y que conduce por las claves del expresionismo abstracto de mediados del siglo XX. Una clara idea de la inmersión automática con la que operamos las conversaciones en la era digital. El interés por el automatismo psíquico que hizo salir de la mente símbolos y emociones universales como respuesta al proceso dirigido por la razón, y, más que un acto espontáneo, es una acción corporal dinámica. El Proyecto «I Love Petrol» representa el mundo moderno y las diferentes posibilidades que tenemos para viajar, desde el coche, el autobús, las motocicletas, etc. Todos estos medios de transporte facilitan nuestros días, vuelos de avión baratos, tickets de tren, etc. La industria del transporte ha generado una libertad en nuestra manera de pensar y de vivir. Los coches los utilizo como símbolo para representar el mundo occidental del siglo veinte, la metrópolis y el individualismo que nos domina. El ruido y el humo han creado la atmósfera de las ciudades y cuando el sonido ambiental empieza a retumbar en nuestras mentes, la ciudad despierta. Diferentes sonidos hacen la banda sonora de nuestras vidas, empezando por la mañana con el politono del despertador, los gritos del vecino, la resonancia que hace la lavadora en las paredes, las llamadas al móvil, el cartero llamando al timbre, los vips del semáforo en verde, el chirrido de los frenos de los coches, los acelerones de las motocicletas... Todos estos ruidos son metrónomo que marca el tempo de nuestras vidas».