«Final Fantasy XIV: A Realm Reborn»: esperanzador renacimiento

Están llegando al mercado numerosos títulos multijugador y títulos individuales que cuentan con una modalidad para este aspecto. Pensado íntegramente para jugar en comunidad, «Final Fantasy XIV: A Realm Reborn» ha desembarco en la consola de nueva generación PlayStation 4 con ganas de explorar el reino de Eorzea con amigos de cualquier parte del mundo. Y como su nombre indica, el reino renace, porque se ha construido desde cero buscando corregir algunos errores del pasado.

El título es, básicamente, una especie de adaptación de un juego para PC, ya que una de las principales características es que permite que los usuarios acostumbrados al ordenador puedan hacerlo en esta versión. Uno de los aspectos positivos es la posibilidad de combinar y jugar entre todas las plataformas (PS3, PS4 y PC), con lo cual las posibilidades se amplían.

Además, el título ha alcanzado los 2 millones de suscriptores, con lo cual está siendo un éxito. En esta ocasión, el título, que salió el pasado año, se ha mejorado gráficamente para la nueva generación, con detalles más trabajados y definidos. Las calidad de las texturas se ha ampliado y se han añadido nuevas características para hacer las delicias a los amantes de los juegos de rol multijugador (MMORPG).

Con el panel táctil del controlador DualShock 4, que sirve a modo de ratón, se pueden modificar las interacciones, analizar el mapa, mostrar gestos, aunque al principio resulta un tanto caótico su manejo. La legendaria saga comienza permitiendo al jugador elegir y personalizar al personaje y, luego del obligado tutorial, desembarca en Ul’dah, ciudad marcada por la opulencia.

Como este juego está pensado para multijugador «online», con gran contenido para investigar y descubrir, hay que formar alianza y forjar amistades para crear tu propia historia, explorar edificios, mazmorras y montar en varios transportes. El punto de partida argumental arranca cuando el Imperio Garlean envía a una hueste devastadora en una misión por conquistar a su vecino del sur.

En ese escenario, definido y perfilado de manera magistral para la consola de Sony, el comandante de las fuerzas invasoras planea en secreto arrancar la luna de los cielos para arrojarla sobre la tierra. Ese horrible plan deberá frenarse. Arrancan los héroes de Eorzea hacia una grieta temporal de donde tendrán que esperar hasta que les pidan ayuda.

El despertar comienza cuando se entra en la partida y se comienzan a crear alianzas. Hay hasta cinco razas (Hyur, Miqo’te, Elezen, Roegadyn y Lalafell), cada uno con sus propias características y con su historia detrás. El renacimiento del juego ha sido muy positivo, aunque lamentablemente todo esté en inglés y, en caso de que seas un inexperto en la materia, te puede parecer algo difícil al principio.