Porsche 911 Carrera contra la delicuencia

La casa automotriz vuelve a aliarse con el Ministerio del Interior austríaco para dar caza al prófugo de la ley vial con una nueva flota de coches patrulleros. Los automóviles Porsche han sido prestados por la gran leyenda automotriz.

Con el fin de agilizar a los agentes se ha estado introduciendo coches más nuevos, más equipados y más veloces para que la justicia vaya siempre por delante de la delincuencia. La carrocería que se entrega para establecer la ley el orden y la paz tiene un nombre que hace temblar el asfalto: 911 Carrera de Porsche.

Esta alianza entre la polizei y Porsche tiene solidez desde los 60's y 70's. En estas décadas era frecuente ver los destellos de la sirena azul intermitente en el 911.

Las largas horas que emplean los patrulleros vigilando las carreteras y las calles precisa de disponer de vehículos más confortables. Los Porche Carrera 911 que se le han cedido a la policía con el fin de modernizar la flota, está totalmente equipado en su interior con el material necesario para desempeñar su papel de guardianes: luces rotativas azules en el techo, sistema de comunicaciones con radio integrada.

El préstamo de esta poderosa carrocería para la gendarmerie expira en octubre, sin embargo durante este tiempo podrá hacer frente a la peligrosidad social y vial en tiempo relámpago. Esto gracias a la complejidad de su mecánica que cuenta con: tracción trasera, motor de seis cilindros bóxer de 3.0 litros que alcanza una potencia de 370 CV.

Esperemos que pronto todos los países cuenten con vehículos atrapabándalos y circulen a una velocidad superior a la luz, todo por esa utopía que reza por la unión del futuro con la tecnología a favor de la ley o mejor dicho de la protección civil, todos sabemos que hay leyes en algunos lugares del mundo que cuidan caprichos personales.

Por lo menos en Austria queda la esperanza de haber llegado a su fin el malévolo mundo, aparentemente con este automóvil se acaba la infracción y el bandalismo. Ya nadie puede escaparse de la justicia ni de un 911 de Porsche.