Una colombiana que vive en España señala lo que ocurre los domingos en nuestro país que en el suyo no pasa: «Aún no me acostumbro»
La creadora de contenido no ha podido ocultar su sorpresa ante este choque cultural
Una colombiana en España, desconcertada al no encontrar en las calles de Barcelona algo que es habitual en su país: «Nunca me he encontrado...»

Viajar a otro país puede ser una experiencia fascinante, pero también desconcertante. Cuando una persona se instala en una cultura distinta a la suya, lo cotidiano deja de ser obvio y lo más trivial puede convertirse en una fuente constante de sorpresas. Lo que para los locales es normal, para un recién llegado puede parecer exótico, impactante o, simplemente, incomprensible. Eso es precisamente lo que le ocurrió a María Angélica, una creadora de contenido colombiana que decidió mudarse a España y que, desde sus redes sociales, ha compartido algunas de las cosas que más le impactaron al aterrizar en nuestro país.
La primera de esas sorpresas tiene que ver con algo tan cotidiano como el simple hecho de cruzar una calle. En ese sentido, la creadora de contenido no disimula su sorpresa al hablar de la educación vial en España: «Cuando las personas van a pasar la cebra peatonal todos los conductores se detienen. Me parece impresionante, aún no me acostumbro». En Colombia, cuenta, no es habitual que los coches se detengan de manera automática ante la presencia de un peatón, razón por la que sigue cruzando con cautela. «Siempre que voy a cruzar tengo que mirar para ambos lados, hago contacto visual con el conductor… muchas veces ellos me dicen así como 'pasa, pasa, pasa'», añade mientras gesticula con las manos, imitando ese gesto universal con el que los conductores ceden el paso.
@angelicaporelmundo Cuéntame si sabes de otra diferencia?? 🇪🇸🇨🇴 #españa #colombiana #latinaenespaña #colombianaenespaña #nuevavida #cultura #vidaenelextranjero ♬ sonido original - María Angélica
Otra disparidad que le ha llamado la atención tiene que ver con la diferencia horaria entre ambos países: «España está siete horas adelante que Colombia, lo que quiere decir que cuando yo estoy almorzando, las personas en Colombia, a esa hora, se están despertando». Una diferencia que complica la tarea de coordinar tareas y videollamadas con su familia y que le hace sentir como si siempre viviera un paso por delante.
Pero si hay algo que realmente le ha impactado en términos de rutina diaria, es la puntualidad en los medios de transporte. «Si el bus, el metro, el tranvía, dice que pasa a cierta hora, es a esa hora, no un minuto más, no un minuto menos, es esa hora», revela, señalando que, en su país natal, el transporte público está sujeto a múltiples imprevistos: «En Colombia tienes que salir 20 o quizás 30 minutos antes por todas las cosas que puedan ocurrir».
Los domingos y el ocio en España
El choque cultural se intensifica los domingos, un día que para muchos en Colombia es sinónimo de actividad comercial. «El domingo aquí en España todo está cerrado, tiendas, supermercados, restaurantes, almacenes de ropa… En Colombia el domingo es cuando más abiertas están las tiendas, cuando las familias salen a comprar ropa, a restaurantes…». Para ella, este cambio de ritmo semanal ha sido una de las diferencias más difíciles de asimilar.
Y si hablamos de ritmo, no podemos dejar de lado el de la noche. «Las fiestas en España empiezan muy tarde, a la medianoche, a la una de la mañana están comenzando», confiesa, añadiendo que, en su país, la dinámica es completamente distinta: «En Colombia, las fiestas empiezan a las ocho, nueve, diez de la noche y finalizan máximo a las tres de la mañana. Aquí finalizan a las siete de la mañana».
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