Entrevista
Carolina de Juan (Morgan): «Es un poco pronto, pero la idea es dar un paso más musicalmente»
La banda madrileña Morgan pasará por la Sala Custom el viernes 24 de noviembre dentro de su fin de gira, un tour por todo el país que comenzó con la salida de su último disco, 'The River and The Stone'
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Cuando alguien descubre la voz de Carolina de Juan (Madrid, 1990), en adelante Nina, lo primero que se le viene a la mente es: «Esta voz me resulta familiar». Para ser original no es imprescindible que nadie suene como tú, sino que ... seas tú quien suene a muchas otras cosas; a toda la música que has escuchado, a todos los que te precedieron. Cuando los versos resuenan en su garganta con tanta fuerza que parece que las palabras se van a apagar, nos vienen a la mente las espinas de Janis Joplin, las grietas de Aretha Franklin. Por eso, al escuchar a Nina hay algo que nos resulta familiar.
En directo, no obstante, su voz es una selva inmensa de la que solo conocemos una parte gracias a Morgan, la banda de la que forma parte junto a Paco López, Ekain Elorza y David Schulthess. El 24 de noviembre el grupo madrileño llega a la Sala Custom anunciando el fin de gira de su tercer disco de estudio, 'The River and The Stone', con el que llevan dos años recorriendo las salas y los festivales de toda España. Después de este fin de gira, que pasa por Sevilla en sus últimos compases, les tocará parar, mirar lo andado y volver a dar pasitos para adentrarse de nuevo en esa selva. A ver hacia dónde nos llevan.
Morgan
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Dónde: Sala Custom
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Dirección: C. Metalurgia, 25
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Cuándo: 24 de noviembre
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Horario: 22.00h. (apertura a las 21.00h)
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Precio: 27 euros (anticipada)
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Entradas: WeGow (Pincha aquí)
Acabáis de anunciar un disco en directo, el segundo de vuestra carrera, en concreto de la actuación en el WiZink Center con la Golden Family de esta gira. ¿El directo tiene una energía distinta, no?
Nos encanta tocar. Hemos tenido la oportunidad de tocar y grabar en Madrid sobre todo, y hemos decidido que como contábamos con coros y vientos nos gustaba la idea de dejarlo grabado. El anterior que grabamos en el Price nos da mucha alegría escucharlo y en este caso con el WiZink lo mismo. ¡A ver! Ha salido una edición bien bonita en vinilo, triple, es un recuerdo muy bonito de esa noche.
Hay grupos que no suenan igual en directo que en el disco, algunos peor, otros mejor. Vuestro caso es el segundo, tenéis un directo muy sólido. ¿Cómo lo percibís desde el escenario?
La verdad que hemos tenido mucha suerte hasta ahora del público que nos acompaña allí dónde vamos, pues nos da muchísima energía. Este fin de semana pasado [en referencia al 10 y 11 de noviembre] hemos estado en Santiago y en León. Hemos recibido una energía brutal, han sido preciosos y esperamos que el resto de fin de gira sea así también. Lo que te decía: disfrutamos muchísimo de tocar, estar en el escenario… Para nosotros el directo es clave. Brutal. Es lo que más disfrutamos, yo creo.
Estáis con el fin de gira, dos años ya girando con este disco. Se avecina una parada obligatoria. ¿Qué es lo que tienes más ganas de hacer cuando acabe la gira? ¿A qué te gusta dedicar tiempo en el impás entre giras?
Hasta ahora no he tenido mucho rato entre gira y disco y gira siguiente. En el anterior nos pilló la pandemia justo antes de empezar este último disco. Entonces no sé exactamente qué voy a hacer. Supongo que, en las primeras semanas, vaciar y ver con perspectiva lo que ha sido esta gira y con todo lo que suponga lo que queda el fin de la misma. Descansar, reposar, pero yo creo que ya a empezar con los temas nuevos, que van saliendo cosillas y no somos tampoco de quedarnos mucho tiempo parados. Ya puedo hacer todos los planes que quiera que no voy a hacer ninguno y vamos a empezar a hacer cosas nuevas… pero eso también se disfruta.
Cumplís ocho años en 2024 y sois uno de los grupos más en forma del panorama. ¿Cuál sientes que ha sido el punto de inflexión?
No te sabría decir. Siempre lo he visto como algo muy progresivo. Un camino en el que hemos ido dando los pasos más lógicos y arriesgando un poco, pero tampoco demasiado. En los pasos que das hay que tener un poco de cabeza. Más que un punto de inflexión, quizás esos conciertos en los inicios en los que empezabas a ver caras que no conocías, que no eran tus amigos y tu familia que venían a verte, sino que el boca-oreja va llenando las salas. Ahí empezamos un poco a alucinar con lo que estaba pasando pero, ya te digo, ha sido bastante progresivo.
Tuvimos Chuches [David Schulthess] y yo la suerte de compartir gira con Quique González, lo cual fue muy importante para nosotros. Después tuvimos la gran suerte de ser los invitados en la gira con Fito [y Fitipaldis]... Nos han pasado a lo largo de los años un montón de cosas que han acompañado esos pasos que íbamos dando, pero más que un punto de inflexión de antes y después, creo que ha sido un pasito a pasito e ir saltando de pantalla en pantalla.
En ese crecimiento progresivo del que hablas también ha habido lugar para la evolución musical. En este último disco, 'The River and The Stone', también ha habido un paso más hacia donde estáis encaminando vuestro sonido y vuestras canciones. ¿Qué es lo que viene después de ese paso? ¿Hacia dónde camina Morgan?
Es difícil saberlo. Cuando estábamos preparando el River esa era la idea. Como al final tuvimos más tiempo del que pensábamos que íbamos a tener para trabajar en el disco, hubo muchas más posibilidades. Planteas un tema, le das la vuelta, lo vistes como tú realmente consideras, pero sí tuvimos tiempo de vestirlo, desvestirlo, quitarle, ponerle un montón de cosas, de probar por este lado y por el otro y, en ese sentido, creo que sí que hemos dado un pasito más hacia lugares donde no habíamos estado tanto con los anteriores discos.
Supongo que con este siempre quieres ir un poco más allá, ver hasta dónde puedes llegar, tanto individualmente como dentro de la banda, aportando tu granito de arena, y haciendo que las canciones lleguen al mejor puerto posible. No te sé decir porque todavía no sabemos exactamente cómo va a ser, no tenemos planteado nada, ni un hilo conductor del que tirar. Eso nos ha pasado siempre, que de forma natural las canciones te van abriendo el camino. Es un poco pronto, pero la idea es dar un paso más musicalmente, ir a sitios en los que no has estado antes y lograr estar cómodo en esos sitios. Ese es el objetivo. Y, sobre todo, disfrutar. Al final somos una banda de colegas y nos gusta trastear con las canciones y ese proceso para nosotros es muy, muy importante y lo cuidaremos tanto como lo venimos haciendo hasta ahora.
Es interesante ese proceso que mencionas, porque hablas de dar un paso más pero a la misma vez de estar cómodos con lo que hacéis. Habéis encontrado vuestro sitio en el panorama musical, tenéis un estilo propio, ¿eso es algo que tenéis en cuenta a la hora de componer? ¿Cuidáis el sello y el estilo?
Pues no, no es algo que pensemos de antes. Es un poco una cosa que sale así porque al final los que estamos tocando somos nosotros, pero sí que nos gustaría explorar más. No nos asusta que de repente nos digan «no son ellos». El hecho de decir «no vienen haciendo lo que hacían antes, pero está guay» creo que ese sería más el objetivo. No nos gusta vetar ideas, al contrario. Intentamos conocer qué hay fuera de lo que normalmente hacemos. Tenemos que encontrar el punto intermedio entre esto, aunque de repente no sea lo que mejor se me da, pero encontrarme a gusto también ahí.
Sueles componer las letras en el piano y luego llega el resto del grupo y las canciones van encontrando su sitio, a veces toman varios caminos y luego volvéis al punto de inicio. ¿Cómo encajan tantas visiones y estilos a la hora de componer? ¿Habéis encontrado una fórmula o cada canción es un mundo?
Normalmente somos Paco [López] y yo los que traemos una idea clara o más o menos terminada o algún esquema de canción al local y siempre es el mismo funcionamiento. Enseñamos la idea, cada uno va tocando lo que puede, apareciendo y desapareciendo cuando ve oportuno, y es tocarla, tocarla, tocarla, y decir esto por aquí, esto por allí, vamos a cambiarle el beat que no nos ha gustado, al estribillo le falta algo… Trasteamos sobre la idea y ahí ya va formándose el principio de la canción. Muchas veces ha pasado que por dónde empezábamos no seguíamos y al contrario, no es una manera de trabajar impuesta pero de manera natural en el local es tocar, tocar, tocar y tocar.
En este disco algunas de las letras son muy directas como en 'WDYTYA?' y otras son muy evocadoras, como en 'Hopeless Prayer' o 'River'. De hecho, sobre esta última has comentado que tiene muchas interpretaciones. ¿En qué sueles inspirarte para componer?
Normalmente es un proceso que me cuesta bastante. Tardo mucho en llegar a algo que me convenza y ya luego poder enseñárselo a los chicos. Normalmente lo que me inspira es un poco algo que tenga dentro que no sé manifestar de otra manera que diciéndolo en una canción. Supongo que le pasa a un montón de gente. Las vivencias, las relaciones, el momento en el que estés, lo que estés viviendo… Soy bastante sensible y me gusta sacar lo que se me pueda estar enquistando. Así un poco. Luego, depende, en el River han salido muchas cosas que no eran tan personales sino que eran ideas que podías tener en la cabeza y que te interesa hablar de ello. Un poco de todo. Sacar de dentro las cosas que de otra manera no sé sacar.
Una de tus principales referencias es Florence Welch (Florence and The Machine). ¿De qué forma ha influido en tu forma de componer? ¿Qué es lo que más te gusta de ella?
Cuando me dio el flechazo con ella, hace un montón de años ya, fue con una canción que se llama 'Cosmic Love' que la escuchaba enfermizamente porque me gustaba mucho la producción. Cerraba los ojos y cada vez que la escuchaba me llevaba a un sitio distinto, seguía descubriendo cosas nuevas aunque la hubiese escuchado mil veces. La voz de ella, evidentemente. El rollo es un poco mágico, el que ella trabaja, y me gustaba mucho. Me inspiraba mucho, sobre todo eso, escenarios o imágenes mentales de lo que ella decía con la letra y la música en aquel disco. Me gustó mucho, me abrió mucho la mente y me llevó a paisajes que, luego, cogiendo esa vía de otras bandas y cantantes que es lo bueno de la música, que te llevan a esos lugares a los que no habrías ido si no hubieras escuchado la canción.
Te consideras una persona tímida, ¿eso ha cambiado con los años? ¿Te ves más cómoda encima del escenario o sigue siendo un lugar a veces incómodo, a pesar de lo gratificante?
¡Sí! No, a ver, yo lo disfruto mucho. A pesar de la timidez es verdad que me lo tomo con más deportividad (risas). Sobre todo entre tema y tema hago lo que puedo. Realmente es cantar lo que yo quiero hacer lo mejor posible. Luego, si entre tema y tema puedo mejorar mis habilidades pues también lo intento. No me preocupa tanto, no le doy tanta importancia porque al final también soy de una manera, pues así soy. Si soy más torpe en eso, pues ya está, y cuando deje de serlo pues mejor (risas).
Al principio me cortaba más porque es algo que no se te da bien especialmente y al final no lo quieres enseñar, pero a día de hoy estoy más reconciliada con esa faceta más desastre y al final es cantar lo que yo quiero hacer bien. Quiero que hagamos buenos bolos y por ahora considero que es lo que estamos haciendo. Así que muy orgullosa con la banda y lo que estamos haciendo porque para mí es lo que más feliz me hace en la vida.
De niña nunca soñaste con ser cantante. ¿Con qué sueña la Nina adulta?
Pues… (piensa). Me gustaría, en el futuro, poder seguir tocando, sacando canciones y seguir sacando discos. Tampoco mucho más. Seguir teniendo la banda, que ya es un éxito poder seguir tocando, porque es muy difícil. Valoramos mucho la carrera que estamos haciendo y esperemos que dure lo máximo posible. Eso es con lo que yo sueño. De pequeña no me veía haciendo esto, pero mira, la vida te lleva por estos caminos que no veías tan claros, pero bueno, yo tampoco he sido nunca muy visionaria (risas). Si te dijera algo ahora seguro que no se cumpliría. Si me preguntas, yo sueño con poder seguir tocando, sí.
Habéis venido a Sevilla en estos años en varios formatos, sobre todo al CAAC, pero también a salas. ¿Qué es lo que más os gusta de pasar por aquí?
Lo hemos pasado siempre súper, súper bien. Aparte de lo del color que, por la canción [Sevilla tiene un color especial], yo pensaba «por algo será», luego vas allí y lo ves que es real. Sevilla es precioso. Lo hemos pasado muy, muy bien y aparte está el público, que desde la primera vez que fuimos ha sido brutal. Teníamos muchas ganas en este fin de gira volver y dar las gracias y poder despedirla dejando nuestra impronta para que en nuestra próxima gira podamos volver ahí.
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