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Izquierdas y derechas
De todas las definiciones de la política, me quedo con la del canciller Otto von Bismark: «El arte de lo posible»
Cuando Aristóteles definió al hombre como «un animal político» elevó al entero género humano a la cima de los seres vivos, ya que los animales, incluidos nuestros primos lejanos los simios, viven y actúan por instinto, aparte de las instrucciones que les dan los genes ... heredados. La política, pues, es uno de los factores diferenciales de la humanidad, junto a la capacidad de razonar, imaginar y prever lo que el futuro nos depara, lo que nos da una enorme ventaja sobre el resto de las especies animales y vegetales, convirtiéndonos definitivamente en 'reyes de la creación' como alardeaban los progresistas de antaño, aunque hoy, visto en lo que ha devenido el progreso, parece que ya no presumen tanto. Pero eso, mejor, lo dejaremos para otra ocasión.
Hoy quería profundizar en la política, en busca de los misterios terminológicos que alberga, tantas veces sorprendentes para el común de los mortales. ¿Qué es? Mientras unos creen que la política es la causa de todos los males, otros la consideran casi el sucedáneo de la guerra, aunque bastantes de ellas la causan, con lo que nos quedamos casi como estábamos. Aunque hay infinidad de analistas e historiadores que han querido sintetizar el fondo y alcance real de la política, la definición que prefiero es la de Otto von Bismark, canciller alemán y uno de los políticos más relevantes de la segunda mitad del siglo XIX: «El arte de lo posible». O sea, no es una ciencia ni una religión, si bien puede decirse que quizá empezó siendo una de ellas. Resulta curioso que en las tribus antiguas el hechicero era o devenía en jefe por tener poderes especiales, que en realidad la inmensa mayoría de las veces no eran más que trucos o plantas de efectos desconocidos a los demás. No menos curioso es que abunden los líderes políticos que fueron clérigos o seminaristas. Y de lo que no cabe duda es de que la izquierda tiene una raíz religiosa, pese a su odio a las religiones, o tal vez por eso. «Una religión sin Dios» se ha llamado tantas veces al comunismo. La prueba es que esta ideología ha asumido parte de su mitología -paraíso (de trabajadores), ángeles (el partido), dogmas y renegados (los desviacionistas)-. La derecha tiene mucho menos pedigrí y acepta el pecado como parte de la naturaleza humana. Es la gran diferencia entre ellas, ese «posible» en la definición de Bismark. La izquierda se empeña en buscar lo imposible. La igualdad de todos los seres humanos, por ejemplo. Cuando no hay dos iguales, ni siquiera los hermanos gemelos. ¿En cuántas ramas se ha dividido ya Podemos? Y las que le quedan. Todas fallidas.
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