Sílvia Soler gana el Ramon Llull de novela con «L’estiu que comença»

Apuntalando ese domino femenino que se vine repitiendo desde que Najat El Hachmi subiese al podio con “L'últim patriarca” y sumando la cuarta mujer a la lista de los seis últimos ganadores, la periodista y escritora gerundense Sílvia Soler (Figueres, 1961)se ha alzado este jueves con el XXXIII Premio de las Letras Catalanas Ramon Llull gracias a “L’estiu que comença”.

La novela, un canto “a los pequeños detalles de la vida que son los que dan fuerza para mirar adelante”, inaugura también una nueva etapa para galardón marcada por la austeridad y los recortes. Así, el que hasta el año pasado era el premio mejor dotado de las letras catalanas reduce su dotación de 90.000 a 60.000 euros y se sitúa en la misma escala que el Sant Jordi de novela, dotado también con 60.000 euros.

Autora de una decena de títulos y ganadora de premios como el Prudenci Bertrana, que se embolsó en 2008 por su drama de posguerra «Petons de diumenge”, Soler aborda en “L’estiu que comença” la relación entre dos personajes a partir de la amistad de sus familias. De hecho, señala Soler, los protagonistas de la novela, ambos nacidos, como la autora, en 1961, llegan al mundo casi con la obligación de relacionarse y heredan «las costumbres y también la amistad de sus madres».

«Es una herencia que en ocasiones pesa un poco», ha subrayado Soler, quien pese a que las dos familias que aguantan el peso de «L’estiu que comença» están unidas por la tragedia, quiso incidir en el tono esperanzado y optimista que ha querido imprimirle a la novela.

«Es mi filosofía de vida:cuando te das cuenta desde muy joven que en la vida se formarán tormentas y habrá perdidas, intentas encontrar el equilibrio entre soportar las pérdidas y la felicidad, y y mi manera de hacerlo es tener una visión tozudamente optimista», ha asegurado la autora antes de recoger el premio en una ceremonia presidida por el presidente catalán, Artur Mas, en el Palau de la Generalitat.