Hamás lanzará como venganza una ola de ataques suicidas múltiples y simultáneos
El modelo de atentados que la organización fundamentalista Hamás quiere aplicar en Israel se mira en el espejo de los del 11-M en Madrid
. Madrid es su modelo criminal. Desde hace 48 horas no dejan de mirarse en ese espejo. No aspiran, su capacidad militar no da para tanto, a sembrar de bombas varios trenes a la vez con un mismo destino. Las medidas de seguridad israelíes, además, se han reforzado de manera muy especial en torno a las zonas estratégicas del país (aeropuertos, puertos, estaciones de tren) para evitar lo que por aquí se califica de «mega atentado».
Pero sí planean, así lo han reconocido a este diario altos responsables de Hamás en la Franja de Gaza, una ola de atentados suicidas múltiples y simultáneos, que podría llevarse a cabo en una misma ciudad o en diversas localidades de Israel.
A esas fuentes, fieles a su particular paranoia del «ojo por ojo, diente por diente, muerto por muerto, niño por niño», no les preocupa el número de víctimas que dichos atentados terroristas provoquen.
Su objetivo es otro, su fin consiste en demostrar su capacidad de reacción al «asesinato selectivo» del jeque Ahmed Yasín y de varios de sus guardaespaldas; desean sembrar el pánico en la sociedad israelí; pretenden satisfacer el clamor de venganza que ahoga las calles palestinas, y apuestan por dar un golpe de efecto que ponga a Ariel Sharón y a su Estado Mayor contra las cuerdas de su propia opinión pública.
Uno de los principales dirigentes de Hamás, Mahmud al-Zahar, confirmaba en la mañana de ayer en Gaza a un reducido grupo de periodistas españoles las intenciones de Hamás.
Venganza inminente
«Sharón ha perdido la cabeza gracias a Hamás. A partir de ahora vamos a ser más efectivos en nuestra resistencia, más selectivos. Lo importante no es sólo vengar a nuestros muertos, al jeque Yasín, a nuestra mujeres y nuestros hijos asesinados, como el mío, sino dañar la seguridad de Israel, su economía, su turismo, su confianza, impedir la llegada de judíos de la diáspora».
Los planes de Hamás, nada sencillos de poner en práctica ante el estado de alerta general decretado en Israel que implica el cierre a cal y canto de los Territorios Ocupados Palestinos, supondrían, de tener éxito, un nuevo paso al frente de la organización islámica, que nunca se ha caracterizado en exceso (con la excepción del doble atentado suicida de hace días en el puerto israelí de Ashdod que causó diez víctimas mortales) por su sofisticación a la hora de matar.
Hamás asegura contar con decenas de voluntarios, se han sumado también en las últimas horas tras el «efecto Yasín» muchas mujeres, para vengar a su jeque. Toda Gaza clama a coro por esa venganza.
Ahí está por ejemplo Yusef Abdulah, padre de Amir, guardaespaldas de 18 años de edad del jeque Yasín, muerto también en el ataque de los helicópteros israelíes en la madrugada del lunes.
«Me duele la muerte de mi hijo, pero no tanto como la de Ahmed Yasín. Tengo otros cuatro hijos y espero que los cuatro se conviertan en mártires (así llaman a los suicidas en Gaza y Cisjordania) para vengar a su hermano y a Yasín. Si mueren los cuatro para defender nuestra causa y vengar a nuestros muertos seré feliz y mi mujer también».
Sobran más palabras que las pronunciadas por este hombre ayer en el estadio Yarmuk de Gaza, donde decenas, centenares, miles de personas se acercaron a lo largo de todo el día para dar su pésame a los familiares de los ocho muertos del lunes. También lo hizo, recién llegado de Abu Dis, el primer ministro palestino, Abu Alá.
Protesta de los árabes-israelíes
Israel y sus responsables políticos y militares no son ajenos a las ansias de venganza de los palestinos y de muchos árabes-israelíes (miles de ellos se manifestaron ayer en Nazaret).
Todos esperan que Yasín pueda matar a muchos más israelíes muerto que vivo.
Pero su estrategia también es muy clara. Todos los líderes políticos y militares de Hamás, en primer lugar ya Abdel Aziz Rantissi, son objetivos a eliminar. También los del Yihad Islámico y otros grupos del Movimiento Nacional Islámico.
Pero también y por encima de casi todos ellos, como anticipó el martes ABC, Yaser Arafat, el siguiente, tarde o temprano, en la lista hebrea.
Se une a tan privilegiada retahila de nombres el líder del Hizbolá libanés, el jeque Hasán Nasrallah. Lo confirmó ayer el jefe del Estado Mayor israelí, el general Moshé Yaalón. En primera persona y ante las cámaras amenazó de viva voz a los que, antes o después, van a morir.
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