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El Unicaja logra la tercera semifinal consecutiva

El Unicaja pasó el primer corte de la Copa del Rey de la mano de un inspirado Walter Herrmann, acabó con la primera experiencia copera del Etosa Alicante con claridad y, el próximo sábado, por tercera temporada consecutiva, disputará las semifinales de un torneo que nunca ha ganado.

La apertura describió la situación psicológica de los dos equipos, el debutante alicantino y el ya veterano andaluz. Las muñecas de ambos acusaron los nervios del debut, pero los malagueños supieron sacudirse la presión antes de sufrir daños. Casi cuatro tuvieron que transcurrir para que Ignacio de Miguel anotará la primera canasta de la 69 edición de la Copa del Rey. Los aros parecían estrecharse cada vez que el balón volaba hacia ellos, pero el Etosa adquirió las primeras ventajas, cortas, pero importantes ante los mínimos porcentajes que marcaban el choque. Al Unicaja le costó entrar en acción. Sin embargo, cuando lo hizo, de la mano del francés Stephan Risacher, ya no cedió terreno. El alero galo cerró el primer cuarto con doce puntos casi seguidos -diez cayeron encadenados-. Dos de cinco en tiros de dos y dos de dos en triples adornaron la estadística de Risacher en poco más de dos minutos y el Unicaja acabó el periodo por delante (18-23).

La única opción ofensiva clara del Etosa, el estadounidense Quincy Lewis, había sido insuficiente para mantener el equilibrio. Además, los alicantinos siguieron bastante espesos en ataque durante la salida del segundo corte. Entre tanto, el movimiento de banquillodel cuadro andaluz y el acierto de los recambios frente al aro amplió la brecha en una fase de juego que el Unicaja manejó en todos los terrenos.

La defensa, el contragolpe y la velocidad dejaron al Etosa al descubierto, catorce puntos por debajo (23-37 m.17) tras una canasta del croata Zan Tabak. Los alicantinos, debutantes, pagaban el peaje de los novatos en una competición que pasa elevadas facturas por cualquier error. El parcial había sido de 5-14 y los hombres de Trifón Poch sólo pudieron aguantar el chaparrón hasta marcharse al vestuario (29-42).

Pero el Etosa es una realidad y no una promesa. Ha sabido mantenerse en la línea de fuego de la Liga ACB durante toda la temporada y sus tropiezos se cuentan con los dedos de una mano, así que volvió a la carga nada más reanudarse el choque, bien plantado en defensa, más activo ante la canasta rival y decidido a dejarse la piel por el pasaporte hacia las semifinales.

Después de siete minutos del tercer cuarto, el Etosa había logrado aproximarse, de la mano de los Lewis, Larry y Quincy, así como de Ignacio de Miguel, a tres puntos del Unicaja (43-47), que empezaba a ver peligrar su tercer pase consecutivo a la segunda tanda de eliminatorias.

El acercamiento del bloque alicantino, sin embargo, fue una circunstancia pasajera. El Unicaja esgrimió un arma que llevaba algún tiempo cargada con pólvora mojada: Walter Herrmann. El germano-argentino volvió a despertar la admiración de la grada con acciones espectaculares como sus ya famosas entradas a una mano, las fintas debajo del aro y, desde luego, con sus triples.

La racha de Herrmann detuvo la progresión del Etosa en plena efervescencia. Gracias a él, el Unicaja tenía un pie en semifinales a falta del último cuarto (46-65) y ya no le costó rematar la clasificación ante un rival que lo intentó todo para remontar, pero que no pudo sobreponerse a una diferencia tan amplia.

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