Miles de fieles recuerdan a Juan Pablo II y su afecto por España
Miles de fieles, entre ellos los Duques de Palma y muchas personalidades políticas, han seguido con devoción las misas funerales oficiadas en A Coruña, Tarragona, Sevilla, Ávila, Segovia y Barcelona en memoria de Juan Pablo II, en las que se recordó su especial afecto por España y sus cinco visitas apostólicas al país.
Más de cuatro mil personas asistieron en la plaza de María Pita de A Coruña a la misa funeral, oficiada sobre un altar con la imagen de la Virgen del Rosario, patrona de la ciudad, adornado con una bandera del Vaticano y el escudo de Juan Pablo II, y en el que había un sillón vacío en el centro, ocupado por el Pontífice en un viaje a Galicia.
Durante la homilía, el arzobispo de la diócesis de Santiago de Compostela, Julián Barrio, aludió a las dos visitas de Juan Pablo II a esta región, en las que "dejó el mensaje de que la fe católica constituye la identidad del pueblo español, habló de la dignidad del trabajo humano y pidió la renovación espiritual y humana de Europa".
Al funeral asistieron numerosas personalidades, entre ellas el delegado del Gobierno, Manuel Ameijeiras, y el alcalde de la ciudad de A Coruña y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Francisco Vázquez.
En Barcelona, el arzobispo de la ciudad, Lluís Martínez Sistach, ofició la misa funeral por el Santo Padre frente a la Catedral de Barcelona, en cuya fachada colgaba una fotografía del Santo Padre, sepultado este viernes en el Vaticano.
La Infanta Cristina y su esposo, Iñaki Urdangarin, acudieron a la misa exequial, en la que estuvieron presentes unas 4.500 personas, 3.000 de las cuales se instalaron en las sillas colocadas en la Plaza de la Catedral, mientras el resto permaneció de pie.
Entre las autoridades presentes estaban el ex-presidente de la Generalitat Jordi Pujol, el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, el alcalde de Barcelona, Joan Clos, el vicepresidente del Congreso de los Diputados, Jordi Vilajoana y la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia de Cataluña, Eugenia Alegret.
En su homilía, Martínez Sistach destacó el "liderazgo religioso y social" del Papa e indicó que su "figura gigantesca ha traspasado el ámbito de la Iglesia y ha marcado la segunda parte del siglo XX de la humanidad".
El arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, presidió otra misa funeral en la Catedral de Tarragona, a la que asistió el conseller en cap de la Generalitat, Josep Bargalló.
En Sevilla, el cardenal de la capital hispalense, Carlos Amigo, uno de los purpurados que asistirán al cónclave que a partir del día 18 elegirá al sucesor de Juan Pablo II, subrayó que su trayectoria se distinguió por "una línea constante de exquisito respeto a la libertad del hombre".
Miles de fieles presenciaron en la Catedral de Sevilla la misa que comenzó al mediodía y no culminó hasta después de la una y media.
Entre los asistentes se encontraban el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín y el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, y aristócratas como la duquesa de Alba.
Los fieles se congregaron en torno del Altar del Jubileo, el mismo en el que se celebró la beatificación de Sor Angela de la Cruz, muy venerada en Sevilla, y pudieron seguir el funeral a través de varias pantallas colocadas en diversos lugares del templo.
Carlos Amigo recordó las visitas del Pontífice a Sevilla y aseguró que nunca se olvidarán "las imágenes del Papa rezando el ángelus desde un balcón de la Giralda o hincado de rodillas" ante la imagen de la Virgen de los Reyes.
En Ávila, más de un millar de personas participó en una oración celebrada en memoria del Papa Juan Pablo II junto al lienzo norte de la muralla, donde el Pontífice celebró el 1 de noviembre de 1982 su primera misa en España.
El acto estuvo presidido por el prelado de la diócesis, Jesús García Burillo, y contó con la presencia del presidente de las Cortes de Castilla y León, José Manuel Fernández Santiago, y el alcalde de la ciudad, Miguel Ángel García Nieto, entre otros.
El frío y el viento se sumaron a una celebración que, además de rendir homenaje al último obispo de Roma, pretendió recordar la multitudinaria misa presidida por el Santo Padre hace más de 22 años en el mismo lugar.
La iglesia del Seminario Diocesano de Segovia reunió a más de un millar de personas que participaron en el funeral que la diócesis segoviana celebró por Juan Pablo II, al que asistió también una amplia representación de las autoridades locales y provinciales.
El funeral estuvo presidida por el obispo de Segovia, Luis Gutiérrez Martín, que concelebró acompañado de una decena de sacerdotes y resaltó en su homilía el talante humano y cristiano del Pontífice fallecido al que definió como "un servidor de la Iglesia en la vida presente y futura".
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