«Iréis al infierno y serÔ vuestro billete de salida»
La estrategia de acudir a los asesinos mÔs violentos encerrados en las cÔrceles para reclutarlos en el Ejército es un fenómeno tan viejo como la propia guerra y la excusa perfecta para usarlos en una 'picadora de carne' como Bajmut