Sal Gorda: «El tapeo por bandera»
Nos presenta una oferta de esos platos modernos que llenan muchas cartas pero en esta casa los ofrecen en versión tapa
La revolución de los gastrobares y de los bistrós ha llenado nuestra ciudad de este tipo de restaurantes. Su alta demanda también hace que los fines de semana sea necesario reservar con cierta previsión quitando el encanto que tenía salir sin un rumbo fijo.
En ... esta ocasión voy al Sal Gorda en la calle Alcaicería. Está en medio de estos dos mundos. Nos presenta una oferta de esos platos modernos que llenan muchas cartas, pero en esta casa los ofrecen en versión tapa, lo que la hace más dinámica. Aunque su espacio es limitado, su política de alta rotación hace que merezca tenerlo en cuenta si no quieres reservar.
Ensaladilla
El local dispone de dos plantas y una terraza, mesas estrechas, taburetes no muy cómodos, la esencia del tapeo.
Empezamos con uno de los iconos de la casa, las croquetas a la carbonara, una versión del plato romano, una idea genial, pero con una fritura que se quedó algo floja. Seguimos con sus patatas bravas, con dos salsas y a las que espolvorean orégano, correctas de sabor, pero les falta un picante que directamente no estaba. Su ensaladilla es de camarones y acompañan con edamame que no alcanzo a ver que le aportan al conjunto.
Ensalada César
Su ceviche de corvina viene con una leche de tigre afrutada casi en forma de espuma, excepcional, uno de los mejores platos de la comida. Su ensalada César también resultó notable, con un ahumado muy presente, además mantiene muy bien las texturas en todos los elementos del plato.
Ceviche de corvina
El steak tartar lo presentan con la yema para que sea el comensal el que la ligue con la carne y acaba dando un buen resultado además de ser visualmente atractivo. Nosotros concluimos la parte salada con el sándwich , en pan de brioche- ¡cómo no!- de presa ibérica, queso brie y mostaza, una versión del bocadillo de pastrami americano coronado con una piparra para añadirle acidez.
Entre sus postres caseros, nos decidimos por el clásico coulant , que como suele ser habitual en lugares así es prescindible.
Steak Tartar
Divertida experiencia en Sal Gorda, una comida que tiene más altos que bajos aunque juega en esa fina línea. Ambiente distendido con un servicio amable y una bodega que la encontré en reconstrucción por lo que no pude disfrutarla.
Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras