Bodega La Ñ: «De lo bueno, lo mejor»

Lo primero que se nos viene a la cabeza al rato de estar dentro es que los propietarios son unos auténticos sibaritas, que van probando hasta encontrar en cada tapa que introducen al mejor proveedor posible hasta poder ofrecerlas con nombre y apellidos, es decir contando la marca proveedora y su origen. Y lo primero que se nos viene a la boca son unos contundentes y redondos huevos rellenos. Los bares mundiales deberían dividirse entre los que tienen huevos rellenos y los que no, y deberían tener una señalización propia, tan grande como el anuncio luminoso de Cruzcampo pero parpadeante. A partir de esta tapa todo lo que nos van recomendando acodados en una barra que tiene uso y abuso está muy bueno. Y la parsimonia -que no lentitud- y el esmero con el que todo va saliendo son prueba palpable del cariño que a todo le ponen. Del apartado laterío, tanto sus mejillones en escabeche como sus navajas al natural. Y dejamos escapar por torpeza unos berberechos gigantes que prometían la gloria. Tienen buena oferta de bellota, bellota, y para muestra un s alchichón y una caña de lomo sobresalientes. Y de temas «norteños», tienen buenas gildas y mejor bonito del norte con pimientos del piquillo. Como miedo no tienen, ofrecen una pequeña selección de platos de cocina tradicional, de esas que los sevillanos tenemos grabados en la memoria: muy bueno el bacalao con tomate y los callos con garbanzos . Y por redondear nos fijamos en el apartado montaditos en el que recogen muchos de los clásicos sevillanos, muy bien preparados: roquefort con picante, gambas alioli, pringá casera, el capote (melva con piquillo), etc.…Todo lo anterior está regado con una buena oferta de vinos, en el que quizás sólo nos chirríe la manzanilla de la casa. Pero con una cerveza tan bien tirada, y con estos calores quizás no haga falta salirse mucho del carril.

Afuera, una terraza cuidada y en acera ancha y agradable -salvo que el bar de al lado, como nos ocurrió, se llene de bulliciosos jóvenes del barrio- completan los argumentos para visitar este establecimiento que se empeña en ofrecer lo mejor que va encontrando. Que no es poco, sino mucho.