Esta es la bodeguita de Santiponce que solo abre cinco meses al año

Fundada en 1992 por Rafael Castillo, la Bodeguita Nicomedes ha sabido mantenerse fiel a su esencia durante más de tres décadas. Este negocio familiar, que hoy lideran las nuevas generaciones, se desarrolla en el acogedor patio de una casa, un escenario que evoca las antiguas tabernas andaluzas.

El ambiente de este local es puro encanto. Desde las chacinas colgadas en los techos hasta los grandes toneles de mosto que ocupan la barra, cada detalle está pensado para transportar a sus clientes a un espacio auténtico y lleno de tradición. Además, su limitado horario y estacionalidad hace que se convierta en un sitio exclusivo.

La cocina de la Bodeguita Nicomedes está a cargo de Fátima, quien con recetas heredadas y productos de calidad crea verdaderas joyas culinarias. Entre sus tapas destacan las tortillitas de bacalao, las espinacas con piñones, las migas con chorizo y las habas con jamón. L

os guisos caseros, como el menudo o el bacalao con tomate, son también imprescindibles. Y para quienes buscan algo más contundente, la carta incluye carnes a la parrilla y revueltos, además de opciones como arroz con perdiz o cordero al horno, disponibles por encargo.

Sin duda, el alma de este lugar es su mosto, elaborado con uvas seleccionadas y fermentado en barricas dentro del propio patio. Este vino joven es el acompañante perfecto para cualquiera de los platos de la carta. Además, la bodeguita ofrece otros vinos, como manzanillas y tintos, que se pueden consumir allí o llevar a casa.

La Bodeguita Nicomedes es mucho más que un bar; es una experiencia para los amantes de la gastronomía auténtica, que saben que lo bueno, si breve, dos veces bueno.