En una casa del siglo XVIII constriuda por el Marqués de Torrenueva, el Bar El Postiguillo gana fama día a día a base de raciones y exquisiteces en pequeño formato que hacen la pareja perfecta de la Cruzcampo fría que brota del grifo.
El local, amplio y con un estilo rústico que se viste con multitud de detalles, conforma un espacio especial en el que degustar de una cocina de raíces sevillanas y andaluzas con toques de vanguardia. La base de la propuesta culinaria de El Postiguillo son productos del mar y jamones de la sierra, pero también especialidades creativas como el foie de paté con mermelada de pimientos asados , los bocaditos de Camembert con langostinos y mermelada de tomate natural o el langostino envuelto en calabacín con salsa alicantina .
Desde una antigua lonja de pescado hasta unos baños árabes, pasando por una estación fluvial o una casa señorial, estos espacios ofrecen mucho más que una buena mesa: permiten disfrutar de la gastronomía rodeados de patrimonio
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