(Re)Apertura: Bodega Díaz Salazar, el retorno de una barra centenaria
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Iniciar sesión¿Qué pasa con Bodega Díaz Salazar?
Fotos: Raúl Doblado
Acaba de reabrir uno de los establecimientos más veteranos de El Arenal: la Bodega Díaz Salazar, que inició su andadura en 1908 y después de más de un siglo en manos de la familia fundadora ... ha pasado a nuevas manos. Los actuales propietarios, que también gestionan restaurantes como La Casa del Estanque o la inminente Casa Aníbal, han querido mantener toda la esencia original de este emblema gastronómico.
¿Qué historia tiene detrás?
Ángel Díaz-Salazar fundó la bodega en 1908 como un despacho de vinos de las bodegas que poseía en Daimiel (Ciudad Real). En la década de los 40 comenzó el despacho de vinos en la misma bodega, acompañados de chacinas y quesos, además de las típicas berenjenas de Almagro. También en esa fecha comenzaron a interesarse por los vinos del Marco de Jerez y por su mítica cerveza negra. Tres generaciones de la familia Díaz-Salazar convirtieron el establecimiento en punto de encuentro de tertulias consolidadas en la ciudad, una línea que se mantuvo hasta que cerró sus puertas antes de la pandemia.
¿Cuál es su concepto gastronómico?
Los actuales responsables no han querido alterar la esencia del espacio, ni en la decoración ni en la cocina, aunque han ampliado la carta con más guisos y fritos. Continúan las berenjenas de Almagro, aliños y chacinas. Todo es casero y elaborado in situ.
¿Cómo es la carta?
Ofrecen tapas y platos de cocina tradicional sevillana. No faltan unas espinacas con garbanzos, ensaladilla o carrillada.
Las conservas también tienen su hueco en la carta, con propuestas como corazones de alcachofas, sardinillas de las Rías Gallegas, anchoas del Cantábrico o berberechos, entre otros. Entre los entrantes destaca su vitrina de aliños y recetas como salmorejo, tortilla de patatas o huevos rellenos. Hay fritos como tacos de merluza al limón, boquerones o chocos.
¿Cómo es el cuchareo? Hay espinacas con garbanzos, carne con tomate, riñones al jerez o menudo con garbanzos. Destaca su típica fabada.
¿Siguen teniendo montaditos? Continúan con su línea de montaditos, con opciones como ibéricos, pringá o serranito.
¿Qué hay de postre? De momento cuentan con dos recetas dulces: tocino de cielo con ganache de vainilla y arroz con leche.
¿Siguen dando protagonismo a los vinos? Mantienen la estética de la bodega primigenia, con las grandes tinajas al fondo del salón y las barricas tras la barra. En estas últimas se siguen sirviendo vinos del Marco de Jerez. En total hay unas 80 referencias entre las que los vinos de Cádiz tienen especial mimo. También el vermú tiene su propio hueco en la carta. La cerveza negra sigue teniendo su protagonismo, aunque también cuentan con Cruzcampo de barril. Hay bebidas espirituosas pensadas para la sobremesa y la tarde, puesto que el espacio abre de mediodía a medianoche.
¿Cómo es el establecimiento?
Cuentan con veladores en García de Vinuesa y barriles en la entrada para después dar paso a la larga barra y culminar con un salón con mesas bajas. Aunque todo ha sido reformado, la imagen del establecimiento es prácticamente la misma que mantenía la familia Díaz Salazar. De hecho, elementos nuevos emulan a los que había anteriormente, como la barra de madera o el azulejo de las paredes, además de la solería. Las vigas son las originales, como también ocurre con las vitrinas de madera que cuelgan de la pared, en las que aún se aprecian fotografías antiguas de la familia fundadora. La cartelería de las paredes es también original.
¿Dónde están? En García de Vinuesa, 20.
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